La anulación de la orden que autorizaba como medida fitosanitaria la quema de rastrojos de cereales en Castilla y León, y por lo tanto la prevención de las cada vez más frecuentes plagas, incluidas las malas hierbas, y enfermedades en los cultivos de Castilla y León es una decisión criticada por la Alianza UPA-COAG.

La organización afirma "lamentar que la Junta de Castilla y León siga sin escuchar nuestras peticiones y hasta la fecha no haya retomado las acciones para poder quemar rastrojos, puesto que ello va a generar muchos problemas a los agricultores de la región en un año como éste con sobreabundancia de vegetación y maleza debido a las continuas precipitaciones. Esto va a ocasionar una insoportable presión de plagas y enfermedades, tanto desde el punto de vista económico como de la pura gestión técnica al dificultarse notablemente la realización de labores (exceso de paja y malas hierbas que dificultarán y mermarán la calidad de la cosecha y labores posteriores, etc.)".

La Alianza considera "un despropósito que se anule dicha Orden, puesto que se trata de una normativa que recogía una medida de carácter excepcional y que no buscaba otra cosa más que compatibilizar las actividades socioeconómicas del mundo rural con la protección más sostenible que se puede ser capaz de ofrecer de forma viable al medio ambiente".

UPA-COAG señala que "el uso del fuego se autorizó únicamente en determinadas comarcas y para parcelas lo suficientemente distantes de masas forestales y zonas red natura, así como tomando toda una amplia serie de precauciones. La Alianza UPA-COAG reitera que "es un despropósito que se anule de pleno derecho una Orden a favor de la Federación de Ecologistas en Acción de Castilla y León, cuando paradójicamente, este grupo ecologista que recurrió la medida argumentando que carecía de justificación ambiental y fitosanitaria y de estudios e informes que la avalaran no aportó alternativa alguna de lucha contra las plagas y enfermedades de los cultivos, ni tampoco aportó estudios que avalaran que el uso del fuego como medida de gestión sea más perjudicial que los actuales medios de lucha química a los que el uso del fuego pretende sustituir".