La Ruta del Vino Arribes marcha con todas las ilusiones del mundo una vez lograda la certificación el pasado día 11 de junio. Integrada en las rutas nacionales, de la que todavía están pendientes Toro y Tierra del Vino, el itinerario de Arribes presenta unos valores exclusivos como son las variedades de la uva, que hacen unos vinos especiales, y las características paisajísticas y etnográficas del territorio ribereño.

La gerente de la Asociación, Liliana Fernández, resalta la importancia que tiene "que casi todos los incorporados a la Ruta del Vino son pequeños productores que atienden personalmente a los visitantes" y, según apunta, "atrae mucho" el hecho de que sean los gestores, los bodegueros y los propios elaboradores sean quienes explican los pormenores a personas que, por lo general, gustan de conocer los detalles. "No hay distancia con los proyectos y se valora la cercanía" expresa.

En estos momentos la Asociación cuenta con sesenta socios y, en esta fase inicial de desarrollo, está inmersa en la promoción y la formación por considerar que son dos aspectos fundamentales para impulsar una iniciativa que despierta el interés de ayuntamientos y diversos sectores por su repercusión en el dinamismo y desarrollo económico y turístico de la zona zamorano-salmantina.

Están incorporados ayuntamientos, como el de Fermoselle, pero mayoritariamente socios privados de toda naturaleza como alojamientos, hoteles, casas rurales, establecimientos, bodegas y artesanos del aceite, del queso, mermelada y cerámicas. "Es una Ruta bastante completa y los asociados tienen capacidad para cumplir los requisitos de calidad, atención, servicios" afirma Liliana Fernández. Pone de relieve que "hemos pasado la primera auditoría y ahora estamos en proceso de mejora continua".

Alude a que es fundamental el apoyo institucional de las diputaciones, de la Junta de Castilla y León y de los ayuntamientos -unos quince- "porque son como el paraguas".