La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, así como la Consejería de Agricultura y Ganadería, han remitido a las técnicos de todas las provincias un Plan de Control de una bacteria "muy compleja" que, por su "gravísima enfermedad" es conocida como "el ébola de las plantas". Las consejerías diseñan el Plan "a la vista de los últimos datos sobre el avance de la gravísima enfermedad Sylella fastidiosa en España", y el objetivo esencial "es impedir la entrada de la bacteria en la comunidad, y en caso de que lo haga llevar a cabo las tareas de erradicación".

Otros objetivos complementarios son "la formación, divulgación y concienciación de la importancia de la enfermedad". Se resalta, además, que el alto número de especies agrícolas y forestales susceptibles de ser atacadas por este organismo," más de trescientas", y la importancia ambiental y económica de las mismas explican los esfuerzos que la Junta de Castilla y León destina al control".

La Xylella fastidiosa, que así se denomina, es la bacteria responsable de todo un serial de enfermedades con efectos graves en numerosos cultivos y en especies forestales. Entre otras enfermedades es la causante de la pierce de la vid, quemado de hojas en leñosas y enanismo en alfalfa. La Junta apunta que en la región es especialmente preocupante por su posible afección al viñedo, la alfalfa, el cerezo, el almendro, el olivo, la lavanda y en especies forestales como robles, encinas, alcornoque, fresno y especies ornamentales.

Fue detectada por primera vez en Europa en octubre de 2013, al sur de Italia, en julio de 2015 en Francia y en noviembre de 2016 por primera vez en España, en las islas Baleares, en tres plantas de cerezo, y en junio del pasado año en la España continental, en almendros del municipio de El Castellell de Guadalest (Alicante). Este año se ha detectado la bacteria en un invernadero de plantas ornamentales de El Ejido (Almería), y luego en Villarejo de Salvanés (Madrid). En ningún lugar ha conseguido erradicarse y, se indica, que "el único medio eficaz de control es evitar la entrada de la bacteria mediante la prevención y, como ocurre con muchas enfermedades, el factor más limitante es que no existen productos fitosanitarios eficaces para su control", de ahí que resulte fundamental aplicar medidas preventivas como "vigilar la procedencia de los materiales vegetales hospedantes, virificar los pasaportes fitosanitarios y estado de las plantas, y eliminar los vegetales afectados".

La bacteria se transmite de forma natural a través de insectos como una pequeña y extendida chicharra ( Cicedella viridis), y otra cigarrilla ( Philaenus spumarius), de corto vuelo, lo que complica aún más su control y erradicación.

Los síntomas que presentan las plantas afectadas, según indica el Plan de Control, "varía mucho de unos hospedantes a otros pero, en general, están asociados al estrés hídrico" y tiene su exposición en "la marchitez, el decaimiento generalizado, seca de hojas y ramas, quemado de la hoja o brotes e incluso la muerte de la planta".

La estrategia de lucha contra la Sylella fastidiosa debe contar con la colaboración de los titulares de las explotaciones agrarias y forestales, propietarios de fincas y arrendarios, y una coordinación que garantice la detección precoz de la enfermedad y aprovechar los recursos materiales y humanos disponibles. La organización del Plan debe contar con la estructura de la Red de Vigilancia Fitosanitaria de Castilla y León para llevarlo adelante.

Es fundamental, además, la información y que los titulares de explotaciones y agentes ligados a la detección conozcan "un mínimo" la enfermedad para poder actuar en consecuencia, apuntándose la celebración de jornadas donde se abordes cuestiones como "la descripción del patógeno, los síntomas de la enfermedad, los daños que produce, la gestión de la plaga y las buenas prácticas agronómicas". Se hace hincapié en que "para evitar la entrada del patógeno" deben tomarse medidas como "una adecuada gestión del suelo y mantener el terreno libre de vegetación espontánea, laboreo de las superficies de cultivos durante la primavera, desbroce mecánico durante la primavera, que son los meses de mayor actividad del insecto". También una correcta gestión de la poda, que favorece la aireación de la copa y el buen desarrollo de la planta, evitar podas en días posteriores a la lluvia porque favorece la presencia de hongos en los cortes de la madera, desinfectar las herramientas de poda y triturar los restos de las podas".

En lo tocante a la gestión integrada de la plaga las medidas tienen que ver con rotación de cultivos, densidades adecuadas, métodos biológicos (uso de insectos beneficiosos) y las aplicaciones contra insectos vectores deben realizarse a primera hora de la mañana, cuando los insectos son menos móviles y el tratamiento más efectivo.

En el Plan de Control del "ébola de las plantas" se indica que "los técnicos de las secciones competentes de los Servicios Territoriales visitarán las empresas inscritas en el Registro de proveedores vegetales, como productores, comerciantes y centro de jardinería para grupos de especies de plantas hospedantes, al menos una y, en el caso de los viveros, dos veces al año. Otro punto esencial de control son las plantaciones de olivos, almendros, cerezos y viñedo. La Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias comunicará las parcelas a visitar.

En caso de sospecha se adoptarán, a la mayor brevedad posible, la inmovilización cautelar de los vegetales o productos vegetales de los que se hayan tomado muestras, prohibir en la medida de lo posible, hasta la confirmación de resultados, el acceso a la zona de personas y vehículos puesto que pueden servir de vía de transporte, y realizar el tratamiento fitosanitario. En caso de confirmación -en Castilla y León no se ha detectado- se delimitará una zona infectada y una zona de tampón de una anchura mínima de cinco kilómetros alrededor de la zona infectada, con posibilidad de reducir la zona de tampón a un mínimo de un kilómetro en determinadas condiciones que garanticen que no existe riesgo de propagación y siempre y cuando los vegetales se hayan eliminado inmediatamente y se realice una vigilancia intensiva en la zona. Incluso existe la posibilidad de no demarcar la zona en caso de presencia aislada de Xylella fastidiosa.