La Asociación de Madres y Padres del CEIP Arias Gonzalo clausuró este domingo el primer turno de las XXI Convivencias medioambientales en Puebla de Sanabria. Estas convivencias han permitido que 105 niños, principalmente matriculados en el centro zamorano aunque también de otras provincias y de la propia comarca de Sanabria, disfruten de una aventura "Tras la tumba del Faraón".

Con toda la corte del Faraón desplegada en el patio del CEIP Fray Luis de Granada, padres, niños, monitores y equipos directivos participaron de la última jornada con un repaso a todas las vivencias de estos 12 días de visitas, aprendizaje y entretenimiento.

A partir del miércoles el siguiente grupo visitará la comarca. Un total de 200 alumnos pasará por estas convivencias. La presidenta de la AMPA, Carmen Junquera, reconocía que "es pasar el tiempo de vacaciones de una manera diferente y aprender de todo".

Quince monitores, muchos padres y el equipo directivo y de intendencia de la Escuela Hogar ha procurado el bienestar de los niños, desde el desayuno hasta la cena.

En ese aprendizaje destaca una inmersión completa en el medio, de la mano de los monitores, con lecciones a pie de campo de flora, fauna de la zona y el entorno humano. El casco antiguo de Puebla es el escenario de una de las actividades que permite a los niños conocer la villa y su historia.

Los participantes realizan una tarea diaria de ocuparse de su aseo y recoger su habitación como "trabajos" cotidianos para luego sumergirse en Egipto. "Tras la tumba del faraón" ha conectado para ellos dos periodos históricos, el del Antiguo Egipto y la época de la egiptología, a comienzos del siglo XX.

Con sus disfraces egipcios y sus papeles y coreografías aprendidas los niños despidieron estas convivencias, adaptando la vida de los faraones a los tiempos modernos.

En este programa de verano, además de conciliar la vida familiar y laboral, se cumplen objetivos como desarrollar hábitos positivos de convivencia y cooperación, una participación activa y el fomento del respeto a la naturaleza. Se aprende a utilizar el tiempo de ocio y despertar la creatividad y la imaginación. Y una cosa que no viene en el programa es el amplio abanico de sonrisas que consiguen robar los ladrones de tumbas que aparecen por el campamento y otros personajes como momias y faraones.