Cerca de treinta estudiantes de cuarto de ESO y Primero de Bachillerato pasarán este verano por el Campus Científico organizado por la Universidad de Salamanca, que se desarrolla estas semanas en el entorno del Parque Natural del Lago de Sanabria, Sierras Segundera y de Porto.

Los alumnos incluidos en el Campus Científico tienen una nota media por encima del 9,69.

El centro de Interpretación de San Martín de Castilla es el primer escenario para una aproximación a la cuenca del Tera y al mayor lago de origen glaciar de la Península ibérica, para recorrer posteriormente una buena parte del perímetro del Lago, por la Senda de los Monjes, hasta Ribadelago, y el paraje de Bouzas.

El investigador asociado a la USAL, Javier Morales, y el profesor de Ecología de la universidad salmantina, Fernando Silla, desgranan la geología más antigua de Iberia, el macizo Espérico, surgida hace 550 millones de años, a lo que hay que sumar las investigaciones más recientes. El lago de Sanabria es "una biblioteca" con información de los últimos 26.000 años que se forma al final del último periodo glacial o glaciación de Würm.

La maqueta del Parque Natural del Lago en el Centro de Interpretación permite a los alumnos tener una visión de conjunto de montañas y valles modelados por el glaciar, la acción del hielo, la formación de las morrenas laterales y el porqué el fondo del lago está modelado por dos cubetas. El hielo penetró como una cuña y se clavó contra el fondo, pero en su avance chocó con una roca más dura que sorteó para volver a clavarse y formar la segunda cubeta más profunda.

Para que los alumnos tengan referencias cercanas a la hora de explicar la acción de las tres lenguas glaciares que recorrieron la Cuenca del Tera, Javier Morales compara con "los fiordos" y su color azul, consecuencia de la compactación y falta de oxígeno en el hielo.

La lección viene previamente aprendida de las aulas. La maqueta del Parque deja ver el descenso del hielo, las zonas más duras que excavó y alguna que se resistió, como fue el peñón del Castro de Ribadelago.

El paisaje es un libro abierto y el dato más singular y más interesante para los vecinos de San Martín es conocer que la zona de cultivo declarada área de suelo rústico con protección cultural, Poufraire, es una laguna en un fondo de valle excavado por un pequeño glaciar. La morrena taponaba esta laguna, hasta que como consecuencia del caudal del arroyo, la morrena se rompió y discurrió ladera abajo, sobre el lago.

El suelo de una laguna es un suelo sumamente fértil, de hecho era una zona de cultivo de uso común para los vecinos del pueblo. Desde los miradores del Centro se puede ver el espacio que ocupara la laguna.

Los estudiantes reciben información de la influencia de los embalses sobre el ecosistema, así como consecuencia de la estratificación, la suelta de agua embalsada en el fondo y más fría, cambia el patrón de temperatura del cauce, influyendo negativamente en la reproducción de especies.

El profesor de Ecología Fernando Silla anticipa las especies dominantes del paisaje como el castaño, un árbol multifuncional por sus usos y en plena floración, aunque los robles -quercus- dominan el paisaje. La clase práctica, con permiso de las lluvias y tormentas, comienza en la senda de los monjes que discurre desde San Martín de Castañeda hasta Ribadelago Viejo salvando la ladera sobre el lago.

En este recorrido los profesores reparan en los vestigios de la acción glaciar.

La exposición del Centro de Interpretación es también un repaso al conocimiento del medio, por parte del hombre, lo que le permite un aprovechamiento de los recursos vegetales y animales. La exposición etnográfica recopila el proceso del lino y la lana para la obtención de las fibras textiles, con las que se confeccionaban las telas y tejidos.