Tierras de Aliste tiene entre sus bienes más preciados los dos camiones con los que se realiza la recogida de basura, cuyo coste económico es muy alto, por lo cual desde la mancomunidad se pide un uso responsable, pues una avería grave durante la época estival, aparte del coste económico, traería consigo quedarse solamente con un camión y el consiguiente problema para garantizar el servicio.

Por desgracia no siempre es así, y hay usuarios irresponsables que con su acción ponen en peligro, -no con frecuencia, pero si a veces-, unos vehículos cuyas averías paga la mancomunidad y por consiguiente los vecinos y ayuntamientos.

Entre los vertidos hallados depositados en contenedores destaca, por su barbaridad, dos bordillos de hormigón escondidos en un saco de guano. Por suerte los operarios los vieron a tiempo, pues de no haber sido así habrían destrozado todo el equipo compactador. Hace apenas una semana sucedía lo mismo con una taza de water escondida en un saco de pienso. Una autentica burrada, seguramente para hacer daño, fue el deposito de varios fincones (grandes piedras de pizarra).

Se están dando casos esperpénticos como el depósito de cuatro ruedas de coche completas, no solo la cubierta (cosa prohibida), sino también las cuatro llantas de metal. En este caso se da por hecho que el vertido de un forastero pues, obviamente, era un pueblo pequeño y si hubiera sido un vecino habría sido fácil de localizar con echarle una ojeada a los ocho coches del pueblo.

Las quejas vecinales se cifran en "constructoras que echan los desperdicios al contenedor" y en algunos pueblos "la falta de limpieza y desinfección de los contenedores". El uso de bolsas, autocrítica, es otro de los requerimientos de los propios usuarios. "Nosotros también tenemos que colaborar y hay que usar bolsas de basura para evitar vertidos y malos olores". En general se reconoce que "se presta un magnífico servicio y todos hay que colaborar".