Uno nunca deja de ser del lugar en el que creció, donde hizo sus primeros amigos y donde se dio su primer beso. Por eso un buen saucano lo sigue siendo durante toda su vida por muy lejos que esté. Es el caso de Manuel Zapatero Sierra, que desde hace bastante tiempo reside en Madrid -donde actualmente trabaja como director general de Caser Asistencia-, pero que hizo una auténtica exhibición de orgullo saucano ante un emocionado Teatro Municipal durante el pregón de las fiestas patronales que pronunció el pasado viernes.

La Visitación es una cita ineludible para Zapatero, que presumió de no haberse perdido las fiestas de su pueblo "ni una sola vez en 53 años". Por eso, que le dieran la responsabilidad de abrir unos días tan importantes para él "primero me produjo asombro, y después muchísima ilusión, es algo que no olvidaré jamás en mi vida", declara el pregonero a este diario.

Su pregón repasó las primeras memorias de su infancia vinculadas a las fiestas, como los juegos en el patio del colegio recreando los encierros, y compartió varias anécdotas de juventud, como cuando los mozos de su generación, tras cabilar cómo poder bailar con las chavalas, robaron el casette del colegio que utilizaban en las clases de francés para poder tener música en la peña. Pero sobretodo, Manuel Zapatero tuvo palabras para sus parientes y amigos de Fuentesaúco, para los que estaban entre el público, y para los que ya no están. Todos tuvieron su espacio.

Los saucanos recuerdan a su pregonero de este año como uno de los jugadores del Fuentesaúco, y como uno de los músicos del grupo Zona, por eso el discurso finalizó con un número musical, guitarra en mano, que abría oficialmente las fiestas de 2018 y puso el teatro en pie.

Seguidamente, como es costumbre, Manuel Zapatero Sierra firmó el libro de honor del Ayuntamiento de Fuentesaúco, que ya contiene la signatura de sus predecesores de los últimos años. Lo hizo en las dependencias municipales acompañado del propio alcalde, Gaspar Corrales.

Ahora los saucanos ya esperan con impaciencia los momentos cumbres de los festejos, los espantes que se celebrarán el próximo sábado y domingo por la mañana.