Los 17 alumnos de la escuela de Venialbo han despedido el curso con una emotiva fiesta donde participaron las dos maestras, Begoña Pérez y Araceli Montes, padres y madres. Todos, con alguna incorporación más, se encontrarán de nuevo en septiembre. Todos menos el joven Joel Rabilero que, una vez curso 6ª de Primaria, pasa el próximo curso al instituto.

Por ello, la comunidad escolar quiso tributar una cariñosa despedida al veterano de la escuela, quien respondió con una emotivas palabras que emocionaron a todos. Joel, como sus compañeros vistió la banda azul con el escudo de Venialbo y el birrete negro. Una fiesta de graduación donde también hubo un reconocimiento especial para los dos alumnos que se despiden de Infantil, Aldara y Alejandro, para pasar el próximo curso a Primaria.

Con sus 17 estudiantes, la escuela rural de Venialbo es una de las más vitales de la zona. Perteneciente al CRA de Moraleja del Vino, el colegio cuenta con dos aulas, de Infantil y de Primaria, y tiene garantizada su continuidad durante los próximos años. Un "privilegio" del que no pueden presumir muchos pueblos, azotados por la lacra de la despoblación y la falta de niños. Pero Venialbo, hoy por hoy, presume de cantera.

La maestra Begoña Pérez, al frente del aula de Infantil, ha dado clase a Lesmes, Micaela y Yedra (3 años), Aitana, Alba, Hugo y César (4 años), Aldara y Alejandro (5 años). Araceli Montes se ha encargado de los alumnos de Primaria: Adrián, Elena y Eva (2º de Primaria, Rubén, Víctor y Claudia (3º de Primaria), Nazaret (4º de Primaria) y Joel (6º de Primaria).

Junto a padres y madres, a la fiesta se sumó el alcalde de Venialbo, Jesús Vara, quien garantizó el compromiso del Ayuntamiento con las mejoras del centro educativo y apostó por apoyar el asentamiento de matrimonios jóvenes que garanticen la continuidad de la escuela. "Un pueblo sin escuela es un pueblo sin futuro, por eso todo el esfuerzo es poco para que sigamos teniendo niños y niñas" expresa Vara. Si este año se instaló la caldera de pellet en el centro, este verano se renovarán algunas ventanas gracias a una subvención de la Junta.

La fiesta de fin de curso concluyó con un refresco en el gimnasio de la escuela, aportado por los padres y madres, y por la tarde el Ayuntamiento contrató juegos hinchables.