La Comisión de implantación de los planes de emergencia en las presas de Endesa activó ayer el dispositivo de alarmas que alerta a la población, en el caso de riesgo de riadas, para que busque la seguridad en lugares altos o puntos de encuentro señalizados. La prueba práctica comenzó a las doce y media del día en Ribadelago Nuevo. En menos de 15 minutos la empresa Endesa, gestora de los embalses de la cuenca alta del Tera, activó la señal sonora desde la Plaza de España del pueblo nuevo y del Pico del Fraile y de la central de Moncabril.

Las mediciones efectuadas por la empresa Cenilesa arrojaron un pico de 89,9 decibelios que hizo el sonido audible en todo el valle. El seguimiento se realizó de acuerdo a la guía técnica a nivel nacional sobre la implantación de estos Planes, que entre otros consejos establece que la señal acústica debe estar entre los 65 y 75 decibelios.

Sobre las 12.45 se dio por concluido este séptimo simulacro en los embalses de la Sierra Segundera, en lo que fue el Primer Plan de Emergencia elaborado por Endesa en los embalses de la provincia e implantado en 2011.

Los miembros de la Comisión mantuvieron una reunión previa en el Ayuntamiento de Galende, en la que el responsable de Obra Civil de Endesa, Julián Alonso Pérez, indicó que esta prueba acústica da continuidad a los simulacros. Apuntó una propuesta para que las pruebas sonoras de los Planes de Emergencia se desarrollen en todo el país simultáneamente la tercera semana de junio. La empresa hidroeléctrica concluyó recientemente las mismas pruebas en embalses de la cuenca del Sil en Orense y León.

En la reunión previa participaron el jefe de Servicio de Confederación Hidrográfica José Manuel Herrero Ramos; el jefe de Sección de Protección Civil de la Junta de Castilla y León, Manuel Teso Celis; el técnico de la Unidad Territorial de Protección Civil de la Subdelegación de Gobierno, Martín Mansilla Pérez y el alcalde de Galende, José Manuel Prieto Ramos y los concejales Benjamín Ferrero Vidal y José Antonio Sánchez García.

Se plantearon propuestas como realizar un simulacro con cuerpos de Seguridad del Estado y de Emergencias, similar al practicado en el embalse de Agavanzal, aunque a menor escala, a propuesta del representante de la Subdelegación. Otra de las propuestas es organizar charlas informativas entre los vecindarios ante la preocupación que suscita la presencia de los embalses en la zona de montaña. El responsable de los planes de Seguridad de Endesa subrayó la seguridad de los embalses y especialmente el de Puente Porto tras las obras de modernización realizadas en 2011. La presa acumula en estos momentos 12 millones de metros cúbicos y recoge el 16% del agua de la cuenca alta.

En clave local, el alcalde pidió la colaboración de empresa y administraciones para garantizar el abastecimiento de Ribadelago con el uso de un depósito vinculado a la Central de Moncabril, en desuso, y desde el que antaño se bombeaba el agua a la parte alta de la central. El sistema facilitaría agua para el abastecimiento domiciliario por gravedad, el responsables de Confederación recordó que la prioridad en los usos del agua es el suministro a los pueblos. El sistema de depuración de las aguas del entorno del parque no funciona de manera óptima, como apuntaron Ayuntamiento y Confederación, aunque el tratamiento ha mejorado notablemente.

Ni Endesa se salva de las graves deficiencias en el funcionamiento de los sistemas de telefonía móvil y de trasmisión de datos en el Parque Natural del Lago de Sanabria. La Subdelagación de Gobierno garantiza la cobertura del 90% del territorio con sus medios, a través de una emisora repetidora que instaló Protección Civil, conectada con la Guardia Civil de Puebla de Sanabria que dispone además de la emisora de equipos portátiles.

El alcalde incluso solicitó la colaboración económica de Endesa para sacar adelante el proyecto del museo de la Memoria de Ribadelago. A lo largo de las pruebas incluso se pudo visitar el edificio del Ayuntamiento del pueblo Nuevo en mal estado de conservación. La firma del acta de seguimiento se efectuó finalmente en las oficinas de la Central de Moncabril.