Vadillo de la Guareña celebraba ayer su segundo encierro mixto, por la pradera y por las calles, con una elevada afluencia de caballistas, mozos a pie y público en general que dio mejor resultado que el del pasado sábado, sin acabar de dejar satisfechos a los aficionados congregados a orillas del río Guareña.

A las diez y media de la mañana soltaban a dos toros en un campo llenísimo de jinetes que pudieron disfrutar de la bravura de los astados durante los primeros minutos del festejo, hasta que fueron perdiendo fuerza y mostrando signos de debilidad.

También participaron mozos a pie que se lucieron corriendo entre los bóvidos y proporcionando al público refugiado tras las talanqueras o en las gradas varios momentos de emoción.

Aunque con dificultades, ayer sí se consiguió conducir a los toros hacia el tramo urbano del recorrido, uno de ellos lo hizo antes, con los bueyes, y el otro obligado. Más difícil fue guardarlos al dar por finalizado el festejo, cuando gran parte del público ya se había ido a comer, muchos de ellos optaron por hacerlo en la ribera del Guareña, con las viandas preparadas en casa que habían llevado al encierro en tarteras para despedirde estas forma las fiestas patronales de Vadillo en honor a san Antonio de Padua.

A partir de hoy, el pueblo recupera la normalidad después de cinco jornadas de distensión en los que la gente ha disfrutado en la calle de los primeros días de calor del año, comiendo, bailando, corriendo delante de los toros o admirándolos tras las talanqueras.

La próxima cita taurina será en Guarrate, con dos espantes el próximo fin de semana, sábado y domingo, que están entre los encierros más esperados del año en el sur de la provincia de Zamora. Será el sábado a las 10.30 horas de la mañana y el domingo a la misma hora. También se ofrecerá un concurso extraordinario de cortes el sábado por la noche.