"Estas, estas son las que mantienen vivos los pueblos de Zamora". "Estas" son las ovejas, el ganado ovino es el único sector económico en el que la provincia de Zamora destaca a nivel nacional y europeo, y quienes lo decían eran los ganaderos que ayer exhibían sus ejemplares mejor cuidados en la feria Ovicampos, la cita anual en el mercado de ganados de Villalpando que reivindica la importancia de este sector en la sociedad zamorana y, de forma particular, en la terracampina.

Un sector en el que los que menos dinero ganan son los productores, a riesgo de que terminen optando por abandonar la profesión, a pesar de su crucial importancia para paliar la crisis demográfica: "Los agricultores, cada vez más, viven en Zamora, en Benavente o en Valladolid y solo vienen al pueblo a trabajar, en muchos sectores ganaderos va creciendo la automatización, pero el que tiene ovejas no tiene más remedio que vivir cerca de su rebaño, porque te da trabajo varias veces al día, te exige atender partos a cualquier hora... cada nave llena de ovejas es una familia que vive en un pueblo", resumía Benjamín Fernández, de Cerecinos de Campos, que mostraba orgulloso sus carneros y ovejas de raza assaf, bien limpias y alimentadas.

Y sin embargo, la otra reflexión que compartían los profesionales congregados en Villalpando era que "somos la última generación de este negocio". No existe relevo generacional, ni en el ovino ni, por extensión, en los censos demográficos de la provincia. "El problema es que se gana muy poco dinero para todo lo que se trabaja, hay quien piensa que nos hacemos ricos con los corderos, pero no es así, y el que tiene un padre que se dedica a esto lo sabe y por eso en muchos casos prefieren no seguir con el negocio y trabajar de otra cosa" -expresaba un ganadero villalpandino- "cuidar a un cordero en sus primeros 15 días de vida te lleva unas 70 horas de trabajo, si luego te lo pagan a 50 euros puedes recuperar el dinero invertido en él y en alimentar a la madre, lo que no recuperas son tus hora de trabajo, y cuando te lo pagan a 35 directamente estás perdiendo bastante", relataba este pastor de 40 años, uno de los más jóvenes.

Por eso, los ganaderos advierten que si los precios de la leche de oveja siguen tan bajos como en los últimos años, dentro de una sola generación el sector quedará reducido a un puñado de macrogranjas "que siempre crean menos empleo en nuestros pueblos que muchas granjas pequeñas".

Un horizonte gris contra el que luchan incansablemente, con su trabajo diario, los 44 ganaderos que ayer acudieron al mercado de ganados de Villalpando desde sus granjas de la propia villa o desde la vecina Quintanilla del Monte, de Villamayor, Cerecinos de Campos, Prado, Villar de Fallaves, Tapioles, Revellinos, Benegiles, San Cebrián de Castro, Santa Eulalia de Tábara, Carrascal (Zamora), Santa Colomba de Sanabria o desde las vallisoletanas Roales de Campos y Villabrágima, con cerca de 300 reses de las razas castellana, churra, merina, laucane, milchaff, awassi y, sobre todo, de la israelita assaf, la que más abunda hoy en día debido a su mayor producción de leche.

Cerca de las dos de la tarde, el alcalde de Villalpando, Félix González, procedió a clausurar la feria agradeciendo la colaboración de la Diputación de Zamora, de Caja Rural de Zamora y de todos los ganaderos que participaron, y aprovechando para pedir al diputado de zona, José Ángel Ruiz, que la institución provincial agilice la licitación de las obras de la nueva depuradora de agua, "que ya está presupuestada, el dinero está ahí, disponible, unos 230.000 euros, y solo queda sacarla a licitación y adjudicarla para que se empiece a construir cuando antes". Acto seguido, todos los asistentes pudieron degustar un suculento plato de cordero guisado acompañado de un buen vino de la tierra.