El Ayuntamiento y la población de Fermoselle rindió ayer un homenaje a Agustín Vicente Borges Veloso por el servicio prestado al municipio durante los más de cuarenta años que ejerció como policía municipal antes de pasar a la jubilación. El acto tuvo lugar en el salón de plenos del Consistorio con presencia del Equipo de Gobierno, presidido por el Partido Popular, representantes de Ciudadanos y de PSOE, familiares, amigos y vecinos.

El alcalde, Alejandro Fermoselle Berdión, justificó el acto en el deseo de "reconocer la labor de alguien que ha estado siempre al servicio de Fermoselle. Una persona con la que todos siempre hemos podido contar y a la que siempre estaremos agradecidos en su dedicación a nuestro pueblo y vecinos". Dijo hablar en nombre de todos los fermosellanos "cuando manifiesto que hacia ti únicamente pueden salir palabras de agradecimiento y de afecto". El regidor añadió que "siempre has estado al pie del cañón cuando se re ha requerido, ejerciendo de manera profesional y diligente tu trabajo, siempre velando por la seguridad de Fermoselle y atento a las necesidades de nuestro pueblo". "Hoy se cierra una etapa para ti, pero ten seguro que puedes irte con la certeza del deber cumplido y con la satisfacción de haber trabajado por tus vecinos desde el primero hasta el último día de tu carrera profesional" afirmó.

Borges Veloso, conocido en la villa con el apodo de "El Madrileño", tomó la palabra para precisar que desde que "empecé a trabajar, en mi pueblo, en el año 1977, ya han pasado 40 años, 5 meses y 23 días, para un total de 14.857 días. Casi nada". Hizo un recuerdo al personal que también prestó servicio a la villa, a su compañero Antonio Regidor Ferrero, a los alguaciles, operarios, personal de oficina, secretarios y alcaldes. "He visto pasar muchos alcaldes". Un total de ocho: Gonzalo Martín Flores, Ángel Matos Lozano, Paulino Guerra Robles, Hermenegildo Piriz Nieto, Raúl Garrido Seisdedos, Valentín Ramos Victoriano, Manuel Luelmo y Alejandro Fermoselle Berdión, que ayer presidió los actos. Seguidamente, a modo personal, todos se fueron "a tomar unos vinos" por los bares de la villa.