El cura Héctor Galán Calvo "debe seguir siendo el párroco de las Unidades de las Unidades de Acción Pastoral de Alcañices y Nuez, porque desde su llegada desarrolla una intensa y acertada labor evangélica y social". Así, claros y contundentes, se mostraban en la tarde de ayer feligreses de los municipios de Alcañices, Trabazos, Viñas y Figueruela de Arriba, en cuyos pueblos ejerce actualmente sus tareas sacerdotales. La noticia de su traslado de Alcañices a Almeida de Sayago se extendió como la pólvora el jueves y el viernes, incluso antes de que se hiciera oficial.

Ciudadanos y ediles, niños, jóvenes y mayores, mostraban su contrariedad y malestar hacia el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán: "No es justo, llevamos muchos años en que siempre hay cambios, siempre nos pasa igual, siempre cambia a los curas de los mismos pueblos y a otros ni los toca". Hace varios años ya mostraron su malestar cuando el obispo decidió quitar a Ortega Vicente de Alcañices y trasladarlo a Morales de Toro". La primera medida de protesta que ayer se estaba estudiando era la recogida de firmas exigiendo al obispo que Héctor Galán Calvo continúe en el Arciprestazgo de Aliste, donde desarrolla su labor.