El Ayuntamiento de Fermoselle ha trasladado la Oficina de Turismo a la planta baja del Consistorio para de esta forma prestar el servicio público con mayores facilidades y libre de las barreras arquitectónicas que pesaban en la entrada de la anterior dependencia, situada en el edificio de las arcadas.

El Equipo de Gobierno, presidido por el popular Alejandro Fermoselle, procedió previamente a la restauración del suelo de una parte del salón de plenos y de actos del Ayuntamiento, "que estaba en muy mal estado", y ha dispuesto en este punto los elementos propios de la Oficina de Turismo.

Venta de patrimonio

Ahora los turistas interesados en informarse sobre los elementos y valores más sobresalientes de Fermoselle y de la zona del espacio protegido no estarán obligados a infiltrarse por una complicadas escalinatas para llegar hasta la Oficina de Turismo y podrán hacerlo adentrándose en el Ayuntamiento, situado en plena Plaza Mayor. Es de destacar la importancia del sector turístico en la zona.

La supresión de las barreras arquitectónicas en la villa de Fermoselle es una reclamación realizada de forma insistente por los representantes de la oposición desde hace años, y también desde la ciudadanía. Es, además, un imperativo de la propia normativa.

El representante de Ciudadanos, José Antonio de la Torre Berrido considera más acertado la disposición de una caseta de madera "en la zona de los transformadores". Por su parte, el representante del grupo socialista, Miguel Ángel Prieto, sostiene que "no es el lugar más indicado", pero reconoce que "no existen otros lugares porque el Ayuntamiento de Fermoselle se desprendió de propiedades y patrimonios que nunca debería haber vendido".

En la villa fermosellana aún quedan otros servicios públicos instalados en dependencias a las que resulta imposible acceder por personas inválidas debido a la falta de rampas y sistemas de accesibilidad.