No es el primero, ni será el último. Un autocar quedó atrapado en la travesía de la carretera de Rihonor de Castilla, ZA-V 2639, cuando trataba de sortear el trayecto desde Portugal a Ungilde para coger la ZA-921 a Puebla de Sanabria. Este suceso circulatorio ocurrió el pasado martes sobre las dos de la tarde, cuando los vecinos rihonorenses comenzaban a sentarse a la mesa. El autocar, procedente de Menorca, realizaba una excursión desde la capital lusa, Lisboa, hasta Santiago de Compostela.

La estrechez de la travesía de la carretera de Rihonor se convirtió en una trampa para el voluminoso vehículo de pasajeros que no pudo seguir ni marcha adelante no marcha atrás. Nada nuevo que no hayan vivido con anterioridad los residentes de los dos pueblos que han reclamado a la Junta de Castilla y León una alternativa de paso.

Por no haber, no hay ni una sola indicación que advierta de la prohibición de paso a vehículos grandes o una indicación sobre la anchura máxima de la vía. Una señalización que a priori evitaría sustos innecesarios para los confiados conductores, en su mayoría autocares turísticos.

Los vecinos del pueblo auxiliaron al conductor para indicar en las maniobras y sortear las paredes de las dos casas y un poste de la luz, evitando así que el vehículo quedara atrapado y causando daños en las edificaciones y alumbrado. Finalmente el chófer pudo salir del atolladero y seguir adelante con los retrovisores marcados.

En la mayoría de los casos, los vehículos dan media vuelta y pasan por la frontera de Portelo-Calabor. Los autocares no son los únicos que se encuentran en dificultades, los tráiler tienen que maniobrar en las eras y dar la vuelta. El problema de paso no solo está en la parte española, sino también en Portugal donde los vehículos más voluminosos tocan en un tejado.

La afluencia de visitantes es importante en este paso de frontera por la peculiaridad de dos aldeas de España y Portugal, Aldea Europea, solo en lo que va de mes han pasado más de un millar de vehículos. El pasado verano pasaron por este enclave fronterizo 30.000 personas, una cifra rastreada por las operadoras de telefonía entre los usuarios y que seguramente se supera con creces.

Y no pasan más porque se dan media vuelta. El Centro del Lobo de Robledo es un punto de interés para los turistas lusos que, en lugar de ir por la carretera, buscan el paso por el camino rural de Rihonor a Robledo, pasando por detrás de la iglesia de Santa Marina. La falta de mantenimiento del camino solo permite la circulación de todoterrenos y tractores, nada de turismos. Estos últimos se dan la vuelta generalmente disuadidos de ir al Centro del Lobo por la carretera de Ungilde por no rodear, como señalan los residentes y testigos del tráfico fluido por una de las aldeas declaradas Maravilla de Portugal y su homóloga española.