Autoridades civiles y religiosas y devotos, tras el asalto a La Ribeira no ocultaban su temor y comienzan a plantearse la posibilidad de trasladar las imágenes de santuarios campestres a las iglesias urbanas para velar por su seguridad. Aunque se trata de imágenes sin un excesivo valor económico y difícil de colocar en el mercado negro sin son robadas, el temor está en que pudieran sufrir algún deterioro. La Virgen de la Luz ya regresa cada año tras la romería a la iglesia matriz de Constantim.