"El campo al día de hoy, en Zamora, es una cosecha normal, por ser generosos. 3.000 kilos por hectárea como mucho, en cereales. El primer corte de alfalfa muy malo, los trigos ofrecen problemas de sequías, enfermedades y mucha hierba en el campo porque los herbicidas no han hecho efecto porque ha tardado en llover. Al día de hoy es un año normal o menor. Estamos en una época crítica y, a partir de ahora, cada día que pase el descenso se va a notar".

Roales Martín afirma que "hay de hongos y además los tratamientos no han hecho efecto. En algunos casos ha habido que hacer un segundo tratamiento, con fungicidas autorizados".

La Cámara Agraria Provincial sobrevive sin apenas competencias y gracias al remanente de unos 75.000 euros y a los ingresos correspondientes, conforme a la Ley, por el aprovechamiento de pastos, hierbas y rastrojeras.

"Afortunadamente tenemos una situación económica estable, con un remanente suficiente para mantenernos abiertos" expresa el presidente del organismo, José Roales Martín.

La Cámara Agraria celebró hoy un pleno ordinario donde uno de los asuntos tratados consistía en la venta de una parcela rústica por parte de la Junta Agraria Local de San Marcial "a efectos de pago de luz de la báscula" y adecuar "el tejado de la sede".

La Cámara Agraria provincial "única y exclusivamente se limita a asesorar a las propias Juntas Agrarias Locales sobre lo relacionados con pastos, hierbas y rastrojeras porque no podemos decidir ni mandar nada. Es lo que nos deja la Junta de Castilla y León" expresa Roales Martín. "La Cámara no recibe ni un duro. La anterior consejera de Agricultura, Silvia Clemente, aprobó un dinero. A Zamora le correspondía 50.000 euros y, cuando entró la nueva consejera, Milagros Marcos, lo paró y además dijo que ese dinero no nos lo daba porque somos como un ente privado".

Este recorte "supuso que los despidos que tuvimos que hacer fuera a costa de las espaldas de la Cámara agraria provincial porque la Administración no ponía dinero. Tuvimos que vender parte del patrimonio para hacernos cargo de esos despidos que tenía que haberse hecho cargo la Junta de Castilla León. La Cámara se mantiene del remanente que tenemos y de lo que ingresamos de pastos, hierbas y rastrojeras que, por Ley, una parte debe ir a la Cámara Agraria.

El salario y la seguridad social de los dos funcionarios de la Cámara los paga la Junta de Castilla y León.