Ch. S.

Aliste cuenta con una rica historia y unos valores endógenos que los escolares ingleses conocieron y disfrutaron. Cautivados quedaron con los paseos de tarde por la parte antigua de la Villa y la ribera del Angueira. Una de las cosas que más les cautivó fue la alimentación alistana, quedaron encantados con la comida que les preparaba cada día en el comedor del colegio la cocinera María Sánchez Alvarez. Magníficos platos caseros frente a los habituales menús de catering en ciudades como Londres.

Uno de los retos fue aprender oficios y labores de Aliste. Los jóvenes panaderos alcañizanos, los hermanos Manolo y Ángel Morán Mezquita, le abrieron su panadería a los niños españoles e ingleses para que se pusieran manos a la masa y colaboraran en la confección de sus propias magdalenas que a la mañana siguiente degustaron en el desayuno, pues cada uno fue obsequiado con una bolsa del rico manjar.

Acostumbrados a los productos de grandes superficies y multinacionales, en la carnicería "Alfonso" de Alcañices los niños elaboraron su propias hamburguesas hechas con la afamada carne fresca de la Ternera de Aliste, que luego les preparó Mayra en el bar "La Villa" para su degustación.

La despedida llegaba de manos de un grupo de folcloristas alistanos, niños y niñas de la agrupación folclórica alistana "Manteos y Monteras" y a su vez alumnos del Virgen de la Salud, los cuales les mostraron las más ancestrales melodías y danzas: charros, jotas y agarraos. Lejos de acobardarse, los niños y niñas ingleses bailaron todas las piezas guiados por sus anfitriones alistanos. Los escolares y profesores ingleses se marcharon a Londres con un buen sabor de boca alabando la belleza de las tierras alistanas, a "sus gentes abiertas y acogedoras" y ensalzando unos productos agroalimentarios a los que calificaron como de "sabores únicos y auténticos manjares".