Fermoselle es una de las localidades que ayer se sumaron a las celebraciones romeras. Era con motivo de la fiesta de la Santa Cruz, que trasladó a los fermosellanos desde el pueblo hasta la ermita del Santo Cristo del Pino, situada en un espectacular paraje, a la vera de los Arribes del Duero.

Un día espléndido de primavera recibió a los romeros, en un recorrido amenizado por la música de la Asociación de Tamborileros que se pusieron a la cabeza de la procesión. El equipo del gobierno, encabezado por el alcalde Alejandro Fermoselle, acudió junto a cientos de fermosellanos, muchos de los cuales pasaron el día por los parajes del arribanzo degustando una comida campestre con la familia y amigos.