El monumento visigótico de San Pedro de la Nave, del Campillo, se ha convertido en un referente del turismo religioso y cultural de la provincia de Zamora tras la intervención integral llevada a cabo en el templo, en el marco del Plan Románico Atlántico, por la Fundación Santa María la Real con el apoyo financiero de Iberdrola.

La inclusión de esta iglesia en las visitas organizadas por Iberdrola al Laboratorio de Hidráulica, en Muelas del Pan, o las instalaciones hidroeléctricas y Centro de Organismo de Cuenca, en Ricobayo, refuerzan además la presencia más que puntual de personas al edificio visigodo.

La encargada de atender las visitas y de abrir las puertas del rescatado edificio, Ana Amelia Bueno, destacó ayer el alto número de interesados en conocer San Pedro de la Nave, no todos relacionados con el mundo del arte. El pasado mes de abril fueron más de 1.500 el número de visitantes registrado, y ayer otro importante grupo conoció de cerca el histórico edificio. Lo hizo dentro de la programación de una jornada de puertas abiertas promovidas por Iberdrola con motivo del 89 aniversario del comienzo de las obras del gran salto de Ricobayo, y bajo la guía del responsable del Laboratorio Fermín Faúndez Bollo.

Óscar Vicente, de Benavente y electricista de profesión, era ayer uno de los integrantes del grupo. Expresaba su sorpresa por la iluminación proporcionada el interior del templo, no por las lámparas eléctricas sino por la piedra ablancada y traslúcida de alabastro, colocada en los pequeños ventanales existentes en los muros de una iglesia que se ofrece sin complementos, para resaltar toda su entidad visigoda.

El desfile de decenas de vehículos por El Campillo sorprendió ayer a algunos vecinos del pequeño pueblo, aunque es una marcha a la que se van acostumbrando.

En esta ocasión el colectivo estuvo formado por personas procedentes, entre otras provincias, de Zamora, Palencia y Valladolid. Algunos se apuntaron a la iniciativa de forma individual, otros formando parte de una familia o de la amistad. El principal objetivo era conocer las instalaciones de la sociedad eléctrica anunciadas en la jornada de puertas abiertas, y que despertaron tal interés que más de trescientas personas llamaron dispuestas a desplazarse hasta Zamora, pero debiéndose reducir el número por la limitación de plazas.

Tras conocer San Pedro de la Nave el colectivo se desplazó al Laboratorio de Hidráulica, donde fueron aleccionados a través de la conferencia de Fermín Faúndez de la sorprendente y magna conquista hidroeléctrica llevada a cabo por Saltos del Duero (luego Iberdrola) en la cuenca del Esla y del Duero. Una odisea marcada por los retos y los grandes desafíos, y por la valiente resolución de complejos problemas técnicos y competencias con otras sociedades e incluso países.

La visión de una serie de modelos reducidos, que representan aliviaderos de presas y dan fe del poderoso comportamiento del agua, es otro de los aspectos que ayer despejaron muchos interrogantes y llenaron de curiosidad de los asistentes. A continuación tomaron conciencia de la potencia del agua al contemplar el fenómeno de "La Cazuela" excavada en el macizo, y que llenó de inquietud a la sociedad eléctrica, hasta el punto de impulsar la construcción del Laboratorio de Hidráulica para resolver las furias del agua.

Las obras del Salto de Ricobayo, destinado a regular el caudal del río Esla y en su origen suministrar electricidad al norte de España, comenzaron el 15 de mayo de 1929; la central se puso en funcionamiento en enero de 1935, siendo totalmente finalizada en 1947 con una potencia instalada de 133 MW, ampliándose posteriormente en 1999, con Ricobayo II, y una complementaria de 158 MW.