La Junta de Castilla y León puso ayer en Villalpando el problema de la despoblación sobre una mesa de debate a la que sentó a distintos representantes de la sociedad civil zamorana, como son miembros de oenegés y asociaciones benéficas, presidentes de mancomunidades de municipios y grupos de acción local, alcaldes de distintos signos políticos, organizaciones profesionales agrarias o representantes sindicales de los trabajadores de la propia Administración autonómica, además de a los líderes de las iniciativas Zamora 10 y la Coordinadora Rural, representada por el sacerdote Teo Nieto.

Para responder a todos estos invitados se situaban el vicepresidente de la Junta, José Antonio de Sanitago-Juárez López, y el delegado territorial Alberto Castro, además de viceconsejeros, directores y secretarios de la Consejería de Presidencia, ya que un Consejo de Dirección es el máximo órgano de dirección de una Consejería, y que desde 2015 se vienen celebrando en las distintas provincias de la Comunidad de forma abierta al público y con la participación de agentes sociales por expreso deseo Juan Vicente Herrera, presidente del Gobierno autonómico.

De Santiago Juárez abrió el debate repasando las acciones que ha tomado la Junta de Castilla y León en los últimos 15 años contra la despoblación, comenzando por la Estrategia de Lucha contra la Despoblación que populares y socialistas pactaron en las Cortes de Castilla y León en el año 2003, continuando con la reforma del Estatuto de Autonomía que incluyó la lucha contra contra la despoblación entre los principios rectores de las políticas públicas de Castilla y León y siguiendo, "cuando llegó la crisis y nos dimos cuenta de que aquella estrategia que habíamos pactado no iba a servir", con la Agenda para la Población 2010-2020, que se centra en atender a tres colectivos que pueden dinamizar poblacionalmente el territorio: jóvenes, inmigrantes y familias. Esa última agenda ya no contó con el consenso del principal grupo de la oposición que "solo lo utilizaba para el desgaste del Gobierno, y se ve que no les dio resultado porque siguen donde estaban y cada vez más débiles", criticó el vicepresidente, que apuntó a que la despoblación "no es un problema específico, es un problema que supera a Castilla y León, que va a superar a España y que va a superar a la Unión Europea, recordando que el partido de Merkel llevaba un capítulo entero dedicado a la despoblación en su programa electoral para las últimas elecciones generales de Alemania, "y estamos hablando del motor de Europa, fíjense si es grave".

En lo últimos años, en lo que va de legislatura, la Junta de Castilla y León se propuso unirse con aquellas Comunidades que también tienen un problema grave de despoblación, revisar su propia agenda, y para ello han formado el Consejo contra la Despoblación, y por último elevar el problema a una cuestión de Estado: "Nosotros, Castilla y León, hemos conseguido que la despoblación esté en la agenda nacional, en la agenda del Gobierno de España, fue una propuesta de la Junta de Castilla y León en la última Conferencia de Presidentes Autonómicos y ahí está, aunque es cierto que va con retraso lo que se acordó, que era elaborar un plan nacional contra la despoblación", presumió De Sanitago-Juárez. Igualmente, Castilla y León "fue la primera región de toda la Unión Europea que presentó y elaboró un dictamen para hacer frente a los retos demográficos de Europa, que son muchos y variados".

En definitiva, el vicepresidente de la Junta declaró durante el posterior debate que estos esfuerzos "habrán servido para mucho, poco o nada", pero la Administración regional "ha sido la primera en actuar" contra la despoblación "que centra todas sus políticas", las cuales resumió en tratar de generar riqueza y empleo y en mantener los servicios en el medio rural, con cientos de consultorios médicos abiertos en Zamora, y con escuelas que se mantienen en funcionamiento con tres niños, como anunció el martes en Alcañices el consejero de Educación que se hará a partir del curso próximo, "ya que si no podría suceder que crezca Castilla y León, pero que no crezcamos bien, porque toda la nueva población vaya a los núcleos de más de 20.000 habitantes", como ya sucedió en los primeros años de siglo XX.