La propuesta presentada por El Comisionado de la Memoria Histórica, presida por Francisca Sauquillo, para dedicar una calle a la maestra Justa Freire destaca que fue una de las maestras más conocidas en los años veinte y treinta del siglo XX. Según el texto de este órgano, recogido por el diario ABC, Freire muy pronto entró en contacto con la Institución Libre de Enseñanza.

Fue seleccionada para poner en marcha el ensayo pedagógico del Grupo Escolar Cervantes, una escuela madrileña que se convirtió en un referente que visitaron docentes de toda España y de Europa y América. Terminada la Guerra Civil fue denunciada por sus actividades como directora del "Alfredo Calderón" y condenada por el Tribunal de Responsabilidades Políticas a seis años y un día de prisión. En 1953, consiguió que se revisara su expediente de depuración y que se la rehabilitara como maestra pública, pero no se le permitió ni volver a su puesto de directora ni reincorporarse a un destino en Madrid.