Nuestra Señora la Virgen del Puerto de Losacio tiene entre sus tradiciones el canto del ramo algo que antaño hacían las mozas y que últimamente realizan las casadas, un acto que tuvo lugar dentro de la ermita, así como el rezo del rosario.

La procesión tuvo lugar por la era y fue abierta por el pendón y el mozo que porta el ramo. La Virgen del Puerto no va en andas, sino en un pequeño carro agrícola de menor tamaño al utilizado para la pareja de vacas, que es arrastrado por las devotas. Finalizada la procesión las familias pujaron por el honor de introducir a la Virgen del Puerto en su morada, así como por el Ramo.

La fiesta de la Virgen del Puerto lleva consigo la tradición de "poner la parte", una costumbre comunitaria, social y religiosa para elaborar el ramo y las rocas unos días antes. Históricamente la ofrenda consistía en 4 huevos de gallina de corral por familia y una limosna, la cual ahora está estipulada en dos euros

A la campana de la ermita se le atribuyen poderes divinos contra las tormentas de piedra -granizo- y por ello, antiguamente, cuando se avistaba un nublado por "La Luz" -Moveros-, el mayordomo la tocaba para ahuyentarlos de Losacio. También se repicaba cuando un vecino iba a ser operado quirúrgicamente. Los libros parroquiales hacían mención a la prohibición de hacer lumbre o comer dentro de la ermita cuando se iba a tocar la campana en busca de su protección deseada y divina.