El Obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, invitó a todas las cofradías de la Vera Cruz y los feligreses que lo deseen a venerar la reliquia de la Santa Cruz procedente del monasterio cántabro de Liébana, que este fin de semana estará depositada en la catedral de Astorga. El obispo hizo esta invitación el pasado jueves en la iglesia de Ferreras de Arriba, parroquia pequeña de su diócesis, que eligió para conmemorar el día de la Santa Cruz junto con el párroco Santiago Fernández y con la participación de vecinos de Ferreras y de otros pueblos cercanos como Otero de Bodas o Villardeciervos.

Este fragmento de la cruz de Cristo, como recordó el obispo, permaneció durante 300 años en la Diócesis de Astorga traída desde Jerusalén por Santo Toribio, hacia el año 400, donde permaneció hasta el siglo IX, tras las invasiones árabes. Astillas de esta reliquia fueron entregadas a numerosas cofradías de la Vera Cruz de la diócesis, de ahí que Juan Antonio Menéndez, preguntara si en la cofradía de Ferreras se conservaba esta reliquia.

En su homilía, Menéndez explico que la Cruz fue objeto de rechazo para los primeros cristianos, para ellos la cruz donde fue crucificado Jesús "era como si nosotros viéramos una pistola. La aborrecían", de ahí que se sepultara bajo tierra. Fue Santa Elena, la madre del emperador Constantino, quien la buscara en Jerusalén y repartiría sus fragmentos por la cristiandad.

Destacó que pueblos como Ferreras sigan conmemorando esta festividad y recordó que con la crucifixión y la resurrección "Cristo nos abrió las puertas a una vida nueva".

La máxima autoridad de la Iglesia en la Diócesis compartió momentos cercanos y agradables con los feligreses, especialmente con los niños que ocuparon, junto con su catequista, el primer banco del templo, y a los que se dirigió de manera sencilla. Primero hablando de su "corona de tela", para recordar la santidad y bondad de su figura al frente de la Diócesis, además de su anillo que lo une a todos los cristianos. Las respuestas espontáneas de los niños arrancaron más de una sonrisa entre los participantes incluido el propio obispo. Al finalizar la misa, Menéndez, saludó uno a uno a todos los asistentes.

El obispo enmarcó esta visita en "un acto personal" para compartir este día de conmemoración de la Vera Cruz con la parroquia y no en la visita Pastoral, que está realizando por otras parroquias de la provincia.

La visita terminó con el desconcierto de los vecinos al ver sobrevolar el helicóptero de Astorga sobre la iglesia y la triste noticia del fallecimiento de un trabajador en los pinares de El Casal.