Teresa Bailador, vecina de El Pego, es una gran lectora. Ayer cargaba con su caja de libros, una inversión de 144 euros en literatura que llegó a ser la adquisición más importante en la Feria del Libro de Fuentesaúco. La anécdota ilustra la fortaleza de una modesta iniciativa cultural, sin parangón en el resto de la provincia, que cada mes de abril convierte a la capital de La Guareña en un pequeño oasis literario que "bien podría extenderse a las cabeceras de comarca" sugería el periodista Luis Miguel de Dios. El ahora también escritor guarratino, con un nuevo libro en la cocina, compartía firma con Yolanda Fidalgo, una alistana asentada en Moraleja del Vino, que se estrena con "Más allá de los volcanes" y ya está embarcada en una nueva aventura.

"Me enteré por el periódico de la feria, me ofrecí a venir y estoy encantada. Me parece genial esta feria en el medio rural, promovida por la librería del pueblo; con lo difícil que es hoy sacar adelante este negocio es una proeza lo que hace Alejandra" concedía Yolanda Fidalgo desde la Plaza Mayor de Fuentesaúco. Alejandra Araújo es la librera saucana, mejor de La Guareña, pues su pequeño negocio ha logrado atraer a lectores de la comarca que sacian allí sus inquietudes literarias.

"Me encantan los libros y, a parte de los toros, es bueno que también nos conozcan por la literatura". Como apasionada lectora, Alejandra ha logrado convertirse en la librera de cabecera de los amantes de la literatura que, aunque menos de los deseados, sí se prodigan en los pueblos de La Guareña. "Leen sobre todo las mujeres de 50 a 60 años y muchas me preguntan lo que yo estoy leyendo, se dejan aconsejar" cuenta la librera mientras se desenvuelve de un lado para otro en una Plaza Mayor tomada por los libros.

En un rincón Charo Jaular con su cuentacuentos para escolares Infantil y Primaria; en otro, el público observando los dibujos de los escolares sobre el fomento de la lectura; y en los soportales de la Plaza, alumnos del IES Fuentesaúco en el puesto de libros a 1 euro.

Es el ambiente de una Feria del Libro que aprovecha el bullicioso viernes de mercado en Fuentesaúco para atraer a la mayor cantidad de publico. Todo comenzó hace doce años, de la mano del IES Fuentesaúco que sembró la semilla y ahora toma el testigo la librería del pueblo, aunque con el apoyo de los centros educativos.

"Es importante que se mantenga esta feria porque es única en el ámbito rural y después de doce ediciones hemos conseguido consolidarla y convertirla en un acontecimiento esperado por los saucanos y los pueblos del entorno" reflexionaba Ángel Rodríguez, director del IES Fuentesaúco, reconociendo el papel de Alejandra como "alma de la organización".

No es baladí este empeño en fomentar la lectura y hacer de las nuevas generaciones inquietos lectores. "En un país donde cada vez se lee menos, mantener esta feria tiene un mérito increíble y tenemos que apostar por impulsarla" defiende Ángel Rodríguez.

Será en un nuevo abril, el de 2019, cuando las letras vuelvan a florecer en Fuentesaúco y ávidos lectores como Teresa Bailador vuelvan al pequeño oasis. "Comprar un libro es una buena noticia, porque si se compra se lee", sentenciaba el director del IES.