Almeida de Sayago celebraba el fin de semana, por adelantado, la romería en honor a San Marcos para rogar al santo evangelista y a la Virgen que intercedan para conseguir lluvias benignas para el campo.

La procesión partía a media mañana de la iglesia de San Juan Bautista con la imagen de la Virgen de Belén y una nutrida comitiva que encabezaba el pendón parroquial portado por los mayordomos Cayetano Panero y Rubén Tejedor. A la salida del casco urbano el párroco bendijo los cultivos y a continuación la procesión emprendió el camino hacia la ermita de Gracia entre encinas y prados cubiertos por el verde propio de la primavera, y acompañada en todo momento por el sonido del tamboril.

Una vez en la ermita se ofició la Eucaristía ante la patrona de Sayago, que daba paso a la parte lúdica de la romería con la comida campestre en los alrededores de la ermita hasta la hora del rosario y el ofertorio, tras lo cual se emprendió el camino de regreso al pueblo.

Por la noche, la fiesta continuaría en Almeida con los conciertos en el bar Los Andes.