El pasado sábado, la localidad de Nuez de Aliste daba su último adiós a Juan Domínguez Fernández, "el tamborilero de Nuez".

Juan nació el 16 de marzo de 1932 en dicha localidad, cuna del folclore. Siempre contaba que aprendió a tocar el tambor desde muy pequeño, él sólo, cuando se iba con el ganado al campo y allí tocaba con latas y dos palos, porque siempre le gustó la percusión y se fijaba en otros tamborileros del pueblo para reproducir los ritmos básicos del charro, la jota, la alborada o el agarrao.

Muy pronto se hizo compañero inseparable de Narciso Domínguez, su compañero a la gaita, y juntos recorrieron todos los pueblos de la provincia para tocar en largas rondas y amenizar las fiestas con sus bailes. Junto a su andadura con Narciso, su matrimonio con Catalina Romero, excelente cantadora, bailadora y tocadora de pandereta, hizo que ambos se dedicaran al folclore y se hicieron conocidos en la contorna hasta el punto de bailar y tocar en el Teatro Principal de Zamora o en fiestas destacadas de la provincia, convirtiéndose en colaboradores e informantes de asociaciones etnográficas como Bajo Duero o Don Sancho.

Tanto Catalina como Juan siempre recibieron en su cocina a todo aquel que se acercó interesado por la música alistana y enseguida se armaban de tambor y voz para enseñar y compartir con los suyos y con profesionales, pues cualquier excusa era motivo para hacer baile.

Durante muchos años, Juan y Narciso tocaban para el pueblo todos los domingos por la tarde en el local del Ayuntamiento en el invierno y en la plaza en el verano para que las gentes de Nuez se divirtieran y pasaran un buen rato disfrutando de sus típicos bailes tradicionales.

El folclore se ha transmitido entre generaciones y ha permanecido vivo gracias a hombres como Juan, incansable tocador y también bailador que supo transmitir los valores de su tierra con el sonido de su tambor.

La familia del fallecido, tanto sus hijos como sus nietas, agradecen todas las muestras de apoyo y cariño recibidos de todo aquel que quiso despedirse del tamborilero de Nuez, tanto con llamadas telefónicas, mensajes como acercándose su presencia en su sepelio.