La Guardia Civil de León ha detenido a dos vecinos de la comarca de Jamúz, en León, de 31 y 44 años, acusados de la comisión de 48 robos con fuerza en iglesias y ermitas, una vez concluidas las investigaciones de la denominada "Operación Cepillo". En Zamora se les imputa presuntamente el robo de 21 iglesias.

La investigación se inició a raíz de las denuncias por robos en iglesias y ermitas pertenecientes a las provincias de León, Zamora y Orense, pertenecientes a las Diócesis de León y de Astorga. En la provincia de Zamora se les imputan los robos en los templos de Padornelo, Castrelos, Aciberos, Villardeciervos, Sagallos, Manzanal de Arriba, Pedroso de la Carballeda, Folgoso de la Carballeda, Linarejos, Cional, Carracedo de Vidriales, Ayoó de Vidriales, Granucillo de Vidriales, Cunquilla de Vidriales, Moratones de Vidriales, Requintos de Vidriales, Bercianos de Vidriales, Brime de Sog, Calabor, Quintana de Sanabria y Santa Clara de Avedillo. La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a dos personas detenidas.

Tras la obtención de las pertinentes pruebas incriminatorias, los investigadores han determinado que el "modus operandi" consistía en acceder al interior de los templos después de forzar la puerta o ventana con un objeto contundente, para una vez dentro, sustraer principalmente el dinero en efectivo que se encontraba en los cepillos lampadarios. No se han recuperado los efectos sustraídos, siendo no obstante, más el valor económico producido por los daños causados, que por lo robado.

Estafa de los teléfonos

Por otro lado, la Guardia Civil ha imputado a dos vecinos de la comarca de Sanabria los presuntos delitos de estafa y usurpaciones de identidad en la venta de productos tecnológicos de segunda mano. Estas personas se dedicaban a sondear páginas de Internet dedicadas a la venta de productos de segunda mano, interesándose principalmente en productos tecnológico. Contactaban con el vendedor a través de mensajes telefónicos ofreciéndole como datos propios de identidad, nombres y filiaciones de otras personas. Estas identidades eran sacadas de cartera de clientes que tenía en su poder, uno de ellos, de su etapa de trabajador en una empresa del sector energético. Acordado el precio y la forma de pago, que siempre era por transferencia bancaria, una vez realizada la trasferencia y mandada copia de la realización al vendedor, la operación era anulada, con lo que el objeto comprado era enviado y el vendedor nunca recibía su dinero.

La investigación iniciada el 8 de marzo llevó a identificar a dos personas, un varón y una mujer de 35 y 25 años respectivamente, y a su posterior detención como supuestos autores de un delito continuado de estafa y otro de usurpación de estado civil. En el trascurso de la detención se le incautaron terminales de teléfono y tablet antes de que fueran puestos a la venta.

Una vez tenían los productos en su poder los ponían nuevamente a la venta en la web, con precios muy atractivos para realizar una venta rápida, cobrando en mano y fuera del domicilio habitual para no levantar sospechas. El Juzgado ha decretado libertad con cargos.