Los hijos y descendientes del pueblo de Argusino, eliminado del mapa a consecuencia de la construcción del embalse de Almendra, en el año 1967, tendrán en el futuro un lugar donde enterrar sus cenizas. La habilitación de un escenario donde depositar sus restos los partidarios de este sistema de enterramiento es una cuestión planteada por Glorialdo Peños a la Diócesis de Zamora, que ha dado su luz verde a la iniciativa.

Todo está, no obstante, a la espera de recibir el escrito que deje constancia de esta aceptación del Obispado para que Peños proceda a llevar adelante la adecuación.

La propuesta viene impuesta por la propia realidad, y a consecuencia de que hay argusinejos que han decidido como última voluntad que sus restos sean calcinados y las cenizas echadas en la tierra de la que son originarios. Peños consideró que lo más apropiado era que los naturales y descendientes dispusieran de un lugar y dejaran de echar sus cenizas por uno y otro lugar. Ante esta situación optó por ponerlo en conocimiento de la Diócesis de Zamora y tratar de dar una solución a esta modalidad. En su criterio el lugar adecuado estará en el entorno de la ermita de Santa Cruz, levantada en las inmediaciones del embalse de Almendra, y a la que se accede por un camino de tierra que parte de la carretera que enlaza Villar del Buey con Salce. Un trazado que en la actualidad presenta un firme deteriorado en algunos puntos y también la invasión de la maleza, especialmente zarzas, crecidas en las márgenes del vial. Argusino todavía cuenta con la cofradí de la Vera Cruz, integrada por más de doscientos cofrades, según afirma Glorialdo Peños. A primeros de mayo de nuevo Argusino celebrará el reencuentro en la ermita y en las márgenes del embase de Almendra.