Fermoselle vive inmersa en un plan de renovación de la señalización urbana con el que pretende desterrar del callejero y de los edificios todas los indicadores y placas que rompen la estética de la villa. Fermoselle aspira a convertirse en la capital del turismo del Parque Natural Arribes del Duero.

Además, la población vive inmersa de lleno en la difusión de los valores patrimoniales, etnográficos y paisajísticos para conseguir el máximo galardón como Capital del Turismo Rural 2018. El hecho de quedar clasificada, de momento, entre los diez finalistas, ha animado a los fermosellanos a echar el resto para obtener el máximo apoyo.

El plan de señalización se está llevando adelante a través de fases de renovación de señales de tráfico e informativas. "La finalidad es adecuar la estética al conjunto histórico, liberando a la iglesia, entre otros enclaves, de los elementos que tenían atornillados desde hace años" expresa el teniente de alcalde, Manuel Moya.

El mal a tiempo y las lluvias han retrasado "un pelín" los trabajos de sustitución de las placas, pero en el Equipo de Gobierno, presidido por el alcalde popular Alejandro Femoselle, la operación "va quedando bien".

La actuación permitirá la eliminación de los elementos dispuestos de un modo provisional o de una forma casi indecente en puntos como los inicios de las calles, cruces de viales, aparcamientos y "atornilladas" en paredes tan visibles como las de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o en los ámbitos de la Plaza Mayor, donde concurre todo turista que pone sus pies en la villa.

Ayer llegaron las señalas del parking, que serán instaladas en sus correspondientes lugares.

El representante socialista, Miguel Ángel Prieto, señaló ayer que le "parece bien" la renovación de la señalización en la villa de Fermoselle y una ordenación porque, señala, algunas de las que existen puede que "no estén autorizadas".

Por parte, el concejal de Ciudadanos, José Antonio de la Torre Berdión, calificó de "fatal" la intervención porque, en su criterio, "lo primero es minimizar los colores". Criticó que "el soporte de las señales está, como todas, galvanizaos y no han puesto cuidado en hacerlo correctamente". "No es que sobren" apuntó, pero defiende una señalización más comprometida con el medioambiente. Ya de paso reclamó una mayor atención a los contenedores instalados donde la iglesia, "que en verano rebosan porque hay mucha gente en Fermoselle y es una vergüenza".

Esta modernización urbana en Fermoselle continua una labor iniciada hace años con el acondicionamiento de calles, la sustitución de algunos cableados y la mejora exterior de diferentes edificios, a través del Plan del Área de Rehabilitación Integral, que desterró de las fachadas algunos elementos que distorsionaban la estética arquitectónica y visual del casco histórico de la villa.