La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales organizó ayer una "pacífica" concentración ante la sede de la Consejería de Presidencia de la Junta, en Valladolid, para expresar su desacuerdo con el borrador presentado en el protocolo de seguridad.

Fuentes de Apamcyl señalan que "este colectivo de empleados públicos, con la condición de Agentes de la Autoridad y de Policía Judicial Genérica, se enfrentan constantemente a situaciones tensas a la hora de inspeccionar, controlar o denunciar las diferentes actividades que afectan al medio ambiente". Precisan que "aunque el control de la actividad cinegética, donde se usan armas de fuego, es uno de los potencialmente más peligrosos; existen otros muchos ámbitos donde se pueden producir tensiones que pueden desembocar en insultos y agresiones".

La Asociación, al igual que otras autonómicas integradas en AEAFMA (Asociación Española), vienen denunciando desde hace más de una década la inseguridad a la que están expuestos diariamente los Agentes Medioambientales en el ejercicio de sus funciones. Debido a esta situación "se ha instado en diferentes ocasiones a la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Fomento Medio Ambiente de la que dependen, a que se tomen las medidas oportunas y necesarias para garantizar la mayor seguridad posible en las diferentes situaciones de riesgo a las que se enfrentan diariamente".

Ponen de manifiesto que "un protocolo de seguridad es imprescindible. Pero un protocolo avalado por profesionales: instructores policiales". "No nos sirve este protocolo presentado hoy (por ayer) que aboga por mirar por otro lado y prácticamente abogar por incumplir nuestras obligaciones".

Apuntan, además, que "desde la Dirección General de Medio Natural se firman continuamente instrucciones de servicio para que los Agentes Medioambientales realicen inspecciones a las monterías, batidas, ganchos, caza menor, recolecciones de setas, aprovechamientos de piñas, e infinidad de servicios de policía medioambiental, bajo un desconocimiento absoluto de los riesgos que supone realizar que este tipo de trabajo. Y nuestras únicas armas son una libreta y un papel. Somos el colectivo que a mayor número de gente armada interpela y además en medio del monte,y estamos totalmente indefensos. Lo apropiado es que ese protocolo venga avalado por un instructor policial y no por ingenieros de montes que desconecten totalmente las situaciones tensas y de nuestra indefensión absoluta".

"Solo queremos trabajar de forma eficaz, segura velando por el principio de legalidad que es nuestro cometido" subrayan en Apamcyl, que ayer decidieron presentarse "con un número reducido para no mermar los servicios".