La Delegación Territorial de la Junta ha informado favorablemente la declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de una explotación ganadera en Pozuelo de Tábara con capacidad para 4.635 plazas de porcino de cebo. Consciente de la controversia que rodea a este tipo de instalaciones, el alcalde socialista Jesús Ángel Tomás convocó ayer una asamblea vecinal para informar sobre la resolución. Pero pese al presumible interés y la polémica generada, apenas una treintena de personas acudió a la convocatoria, de las cuales ni la tercera parte eran de Pozuelo; la mayoría llegaban de los cercanos pueblos de Faramontanos (donde también está proyectada una macrogranja) o Santa Eulalia.

El alcalde compareció acompañado por el abogado que presentó el escrito de alegaciones en nombre del Ayuntamiento "para tratar de evitar que se estableciera la explotación". Rechazadas las mismas, el Ayuntamiento emitió un informe urbanístico favorable "porque cumplía las normas urbanísticas municipales", precisó el letrado. "No podemos ir contra la ley porque estaríamos prevaricando" expuso el alcalde para acallar las voces críticas con el proyecto promovido por Agropor, que contempla tres naves de cebo, tres lazaretos, una nave de servicios auxiliares y una balsa de purines.

El siguiente paso ha sido la declaración de impacto ambiental donde la Junta propone una serie de "medidas protectoras y correctoras para evitar o mitigar las afecciones producidas por el medio ambiente". En base a esta resolución, "con toda probabilidad la explotación va a ser autorizada por la administración autonómica" advirtió el abogado.

El mismo día que la Junta comunique la licencia ambiental, el alcalde anunció que convocará un pleno extraordinario para que el Ayuntamiento se pronuncie sobre la aprobación o denegación de la licencia. Un pleno del que Jesús Ángel Tomás se ausentará deliberadamente, cediendo la máxima responsabilidad en el teniente de alcalde y el resto de la Corporación. El alcalde justifica su ausencia "porque no quiero interferir en la decisión de los que están en contra, me están acusando de que tengo intereses ocultos o de que esto es un capricho mío y voy a demostrar que mi interés en este proyecto es cero. Me he limitado a cumplir con la Ley y para no entorpecer la decisión de los que están en contra del proyecto, me pongo a un lado y que voten lo que consideren conveniente".

El anuncio pilló por sorpresa a alguno de los presentes en la asamblea, que acusaron al alcalde de "no informar a la gente". Jesús Ángel Tomás rechazó "oscurantismos", entre otras razones porque "yo como alcalde firmé las alegaciones que presentamos desde el Ayuntamiento; no tengo ningún interés en engañar a nadie, pero tampoco puedo denegar una licencia cuando viene favorable; entonces que sean otros los que lo hagan".

Otro de los asistentes aludió a las "diez mil firmas" recogidas contra las macrogranjas en la zona. "Hay 1.800 empadronados en los pueblos a las que afectan los proyectos" respondió el alcalde, quien instó a los contrarios a estas instalaciones a ir a "Zamora, Madrid o Valladolid, pero no a los alcaldes que lo único que hacemos es cumplir la ley".

"No quiero que venga la mierda a mi pueblo" intervino un vecino de Faramontanos. "Parece que alguien se piensa que la mierda del pueblo es petróleo y al final nos inundan de granjas de cerdos", planteó otra persona no sin antes advertir de las consecuencias que tendrán estas instalaciones en la contaminación de los acuíferos.

Pero también hubo intervenciones favorables a la explotación porcina de Pozuelo, como la de una vecina que se mostró "a favor de la granja y en contra de la contaminación; lo que hay que controlar es el purín, no la granjas". Y apostó por "mover esta zona de alguna manera y por algo habrá que empezar porque nos estamos muriendo".

A petición de los asistentes, el abogado dio lectura al informe de la Junta, que será publicado en el Bocyl "para general conocimiento", donde se detallan las medidas correctoras sobre aspectos como distancias preceptivas, integración paisajística, protección del suelo, prevención de la contaminación o almacenamiento de purines. Sobre este último "se estima admisible la capacidad de almacenamiento exterior propuesta de 6.400 metros cúbicos". El informe precisa que la balsa de purines deberá estar impermeabilizada, cercada, "preferentemente alejada" de cauces naturales y "cubierta". En cuanto a la base territorial, para la distribución y aplicación del purín producido anualmente, se estima la utilización de 293 hectáreas.