La Confederación Hidrográfica del Duero declaró a las nueve y media de la noche de ayer el nivel del alerta en el río Tera a su paso por Puebla de Sanabria, al superar los 139 metros cúbicos por segundo. No se descartaba que a lo largo de la madrugada de hoy se llegue al nivel de alarma con 159 metros cúbicos por segundo en la estación aforadora de Puebla. En la misma situación se encontraba el río Negro a su paso por Santa Eulalia del Río Negro, también nivel de alerta. A las dos de la mañana se estimaba que se produjera el pico de la riada.

Puebla tenía previsto suspender a última hora el bombeo de agua en la presa de Castellanos, al depósito de 400.000 litros, para evitar problemas de suciedad en el agua, como ocurrió en agosto. Operarios de Aquona controlaban ayer la entrada de agua al depósito, además de garantizar que los filtros cumplieran la función de evitar la entrada de partículas a la red de abastecimiento.

La lluvia de las últimas 48 horas unida al deshielo por el incremento de la temperatura y la propia acción del agua elevó a niveles importantes los ríos Castro, que entre San Miguel y Castro anegaba los pastizales. El río Trefacio se salía del cauce aguas abajo de la presa de Corneira, a escasos centímetros de salir de su cauce poco después de las siete y media de la tarde. Los arrastres de lodos y cenizas depositados tras la crecida del mes de agosto, volvía ayer al cauce oscureciendo la corriente. En Galende también se interrumpió la extracción de agua a la red pública para evitar averías en los sistemas de bombeo y en el agua para uso domiciliario. Los operarios de la Diputación Provincial intervenían a lo largo de la tarde para despejar de tierra y árboles la carretera de Escuredo, al desprenderse uno de los taludes de la carretera como consecuencia del agua.