Los concejales del PP en Morales del Vino denuncian la "paralización" del Ayuntamiento -gobernado por dos representantes de Ciudadanos, otro no adscrito y otro del PSOE- que, a juicio de los populares "está roto en pedazos". El principal grupo de la oposición reprocha al Gobierno local el haber perdido "la primera posición provincial en crecimiento en cuanto a número de habitantes, cada día está más endeudado y la calidad de vida de la que se podía presumir hace tres años es impensable a fecha de hoy".

Lamenta el PP, cuyo cabeza de lista es José María Barrios, la pérdida de subvenciones, es decir, "dinero de los ciudadanos gastado e invertido en obras que podían haber sido pagadas por otras administraciones públicas, como es el caso de la obra del camino de Arcenillas". O las "obras absurdas", como asfaltados de calles "donde no vive nadie o empresas creadas para trabajar única y exclusivamente para el Ayuntamiento de Morales".

Otro de los reproches del PP hacia el equipo de gobierno de Morales del vino es la judicialización, "con todos los gastos que ello conlleva, porque a estas alturas ya son muchos los juicios perdidos". Censuran que el alcalde, Miguel Piorno (Ciudadanos), "no aparece por el ayuntamiento"; el teniente alcalde, Daniel de Mena (concejal no adscrito), "bajo sospecha por presuntos sobresueldos"; además de "presuntos pagos indebidos por concejales a empresas del municipio, con su posterior salida del equipo de gobierno y la reciente dimisión de un concejal de AVIMP (José Bodego) después de haber permitido desde el 2015 el cumplimiento de todas las presuntas irregularidades detectadas hasta el momento".

Los populares ponen de manifiesto el "distanciamiento entre los propios concejales del equipo de gobierno", como "se viene demostrando en los plenos, cuando ni ellos se ponen de acuerdo en las decisiones que se toman".

Frente a esta situación, el PP lamenta que son "muchas" las quejas recibidas, "muchas las enmiendas presentadas a favor del pueblo, rechazadas por los tres partidos que gobiernan, negando a los concejales del PP la participación en las diferentes áreas de las concejalías, incluso llegando a celebrar plenos sin notificar, a las horas no acordadas y sin grabarlos, cuya enmienda presentó el PP a principios de la legislatura y aprobada en pleno por unanimidad".