Llueve con ganas y la historia se repite. Ayer se volvieron a colocar cubos y papeleras en el centro de salud de Bermillo de Sayago para recoger el agua que cae de las enormes goteras existentes en un edificio de nueva construcción. Las sucesivas denuncias, quejas y escritos de los profesionales sanitarios no han servido de nada porque las goteras y humedades vuelven al edificio sanitario cada vez que llueve un poco más de la cuenta.

Si en los últimos tiempos no ha habido problemas no ha sido por otra causa que la ausencia de precipitaciones, pero tras la nevada y las posteriores lluvias, el centro de salud vuelve a hacer aguas y el malestar y la indignación del personal son indisimulados.

En enero de 2016, cuando se produjo una situación similar, con las goteras por diversas zonas del edificio, desde la Delegación de la Junta se confirmaba que se tomarían medidas, no sin admitir que las humedades surgieron desde la misma inauguración del edificio, en 2008.

Una construcción con diez años de vida, donde se presta servicio sanitario a 44 pueblos y una siete mil tarjetas sanitarias. Muchos de esos usuarios, y desde luego los profesionales, han podido ser testigos de la esperpéntica imagen de los cubos recogiendo el agua de las goteras, cuando no caer literalmente chorros. Techos y suelos presentan desperfectos por las filtraciones que se producen cuando llueve en abundancia. La realidad es que soluciones no se han puesto y las humedades se reproducen.