Hace 9 años que la Junta Pro Semana Santa de Fuentesaúco decidió reorganizarse e impulsar una celebración religiosa con un profundo arraigo y una significativa riqueza cultural que la acreditan como una de las Pasiones más importante de la Zamora rural. Rufino Aparicio Velasco fue una de las personas que se pusieron manos a la obra y desde aquella fecha está al frente de la Junta Pro Semana Santa. Un cargo, precisa, "meramente representativo, porque todos en la Junta tenemos voz y nadie destaca sobre nadie". La realidad es que el trabajo realizado durante estos años ha dado sus frutos y se ha visto compensado con un florecimiento de la Semana Santa de Fuentesaúco, avalada por unos 800 cofrades que son el alma de esta celebración.

-¿Por qué tiene tanta relevancia la Semana Santa saucana?

-Creo que a diferencia de los pueblos de alrededor y muchos de la provincia, aunque tampoco es que conozca demasiado la Semana Santa de los demás, la gente está muy arraigada y colabora muchísimo. Tenemos 6 cofradías que agrupan a unos 800 cofrades, de los cuales 300 aproximadamente procesionan, son cofrades activos que viven la Semana Santa y salen en las procesiones. Y a los otros 500 podríamos llamarlos cofrades pasivos, que mantienen sus cofradías, pagan sus cuotas y acuden a las procesiones; es decir, aunque no salen procesionando, trabajan dentro de las cofradía y participan en las celebraciones.

-Es un número importante de personas para una población como la de Fuentesaúco ¿no?

-Sí, estamos hablando de que hay unos 1.600 habitantes, de los cuales 800 están directamente involucrados en la Semana Santa, perteneciendo a las cofradías. Y otra gente que aunque no pertenezca, colabora en actos que la Junta promueve para recaudar fondos. A esa implicación de la gente hay que añadir como un valor de nuestra Semana Santa la riqueza artística de las imágenes; ya no hablamos de pueblos, es que hay ciudades españolas que no tienen la imaginería con la que contamos nosotros.

-Mantener todo ese patrimonio supone un gran esfuerzo que sin embargo están afrontando con la sucesiva restauración de imágenes, ¿cómo lo hacen?

-Toda la labor de restauración es costosa, pero la gente responde muy bien. Lo sorprendente en estos casos es que si no haces nada la gente no colabora pero, en cuanto te mueves, todo el mundo responde. Todos los años hacemos un sorteo en Navidad para recaudar fondos y hay respuesta, aunque también nos movemos bastante y eso nos mantiene activos todo el año luchando para que la Semana Santa siga adelante. Es verdad que todas estas cosas nos llevan un tiempo, pero es muy alentador recibir el apoyo de la gente y de los establecimientos del pueblo. Unos 80 ó 90 negocios de todos los sectores colaboran con la cesta, bien en especie o en efectivo y recaudamos fondos para los gastos que tenemos. Al final nos quedan unos 2.500 euros libres y además tenemos otros colaboradores como el Ayuntamiento, que nos da una subvención importante.

- ¿En qué situación se encuentra la imaginería con ese trabajo de mantenimiento continuado?

-Se va actuando a medida que disponemos de medios. De ello se ocupa directamente el párroco, don Antonio, que está muy involucrado con la Semana Santa y el patrimonio. Él sabe cómo están las imágenes y decide las que tienen mayor necesidad, después nosotros colaboramos en lo que él nos va pidiendo. Pero además surgen iniciativas de gente del pueblo, como la del pasado verano, "El arte para el arte", con personas aficionadas a la pintura y artistas que donaron cuadros para recaudar fondos y destinarlos a la restauración del patrimonio religioso. La última restauración ha sido el Cristo de la Agonía, que llevaba dos meses expuesto en la iglesia y ya se ha colocado en el altar. Creo que la diferencia es notable.

-Ha generado cierta controversia la restauración.

-Hay opiniones de todo tipo, pero creo que el resultado ha sido muy bueno y ha quedado muy bien. Don Antonio tiene más proyectos, por ejemplo ahora mismo está en el taller la Virgen de la Antigua, para la que los saucanos han aportado dinero y, cuando se acabe, continuaremos con más imágenes. La gente está colaborado con el patrimonio de su pueblo.

-¿Ese "todos a una" puede ser entonces la clave del auge de la Semana Santa?

-Desde que creamos esta nueva Junta nos movemos bastante; al principio daba un poco de vergüenza pedir, ir a los negocios, pero ahora mismo no hace falta explicar porque todo el mundo sabe que en Navidad empezamos a hacer la recaudación y la gente aporta donativos. Estas actitudes nos animan y nos impulsa a seguir trabajando por nuestra Semana Santa.

-¿Están notando la creciente relevancia con la gente participando y visitantes de fuera asistiendo a las procesiones?

-Sí. Hay muchísima gente que viene a ver la Semana Santa y muchos saucanos ausentes que vuelven a pasar esta fiesta en su pueblo y colaboran en las procesiones, bien como cofrades o acompañando a las distintas imágenes y haciendo el recorrido con ellos. Estamos comprobando que cada año viene más gente y, lo que es muy importante, que se mantiene el orden y el silencio, sientes el respeto de la gente cuando pasan las procesiones. Ha influido bastante que hace 9 años contratamos una banda de música que, sobre todo en las procesiones pequeñas donde estamos más recogidos, acompaña mucho; la gente escucha la música y va en silencio. Ha cambiado mucho para bien porque hace años se hacían corrillos, cada uno iba a los suyo y se molestaban, en cambio ahora se va a la procesión mostrando respeto.

-¿Tienen entonces una banda de música casi fija?

-El problema es que durante los días más importantes de la Semana Santa la mayoría de las bandas están ocupadas y nosotros necesitamos una que nos haga todas las procesiones. Son cinco las que salimos con banda de música y hemos intentado mirar en otras bandas, no porque no estemos a gusto con Charrabanda (de Salamanca) sino por cambiar y no tener siempre lo mismo, pero no hemos encontrado gente disponible para todos los días.

-¿Las nuevas generaciones se incorporan a las cofradías, cuentan con savia nueva en la Semana Santa de Fuentesaúco?

-La juventud entra porque, o bien su padre, su tío o su abuelo pertenecen a la cofradía, pero lo sorprendente es que después de esos primeros años siguen siendo cofrades, influye mucho la tradición familiar. Hay cofradías que tienen un tope; por ejemplo los Nazarenos una vez que cogen la Cruz del Señor dejan de vestirse o de procesionar, aunque siguen siendo cofrades. Pero en otras cofradías, como la del Ecce Homo de la que soy presidente, no ponemos ese requisito; los cofrades pueden coger la vara y sigues procesionando.

-Ya inmersos en los preparativos de la Semana Santa ¿va a haber alguna novedad este año?

-Ninguna, se va a seguir la tónica general. El año pasado se creó una nueva procesión el domingo de Ramos, con los niños vistiendo las túnicas de blanco, y seguiremos impulsándola. Por lo demás nuestro objetivo es mantener la esencia de nuestras procesiones y preservar la Semana Santa con su religiosidad y su tradición.