El decreto aprobado por el Ministerio de la Presidencia, que establece una estricta regulación en las actividades de caza mayor y que puede perjudicar seriamente a la provincia, entra en vigor el próximo 1 de julio. En esencia, las monterías se verán afectadas por un mayor control y mayor burocracia, lo que incrementará los costes de las monterías.

Todo lo relativo a la nueva ley ha provocado en el sector un enorme interés, pero también preocupación. En primer lugar, los cazadores hacen cuentas para evitar superar el "cupo" que establece la norma y así no tener que responsabilizarse por el control y tratamiento de los llamados "subproductos" de la caza.

También en el sector de la ganadería y de la agricultura ven con preocupación las consecuencias del nuevo decreto, si lo que consigue es menguar la caza de las especies cinegéticas que tanto daño hacen al sector del campo, cuando la fauna salvaje está descontrolada.

Por otro lado, es conocido que las monterías dejan en las zonas rurales de la provincia pingues ingresos y que la reducción de este tipo de actividades de cada mayor puede repercutir en una merma de los beneficios, dentro de una Zamora ya de por sí estrangulada en su desarrollo económico.