El alcalde de Zamora, Francisco Guaridoha dado un ultimátum al Ayuntamiento de Roales para que comience a pagar la deuda acumulada entre los años 2004 y 2013 por la depuración de las aguas residuales de este municipio en la EDAR que gestiona la capital. Un decreto de Alcaldía remitido a Roales con condición de requerimiento previo exige que abonen en el plazo de un mes 12 facturas devueltas en los últimos dos años y advierte que, de lo contrario, "se podrá entender resuelto", por incumplimiento, el convenio de colaboración por el que Roales utiliza la EDAR que gestiona Zamora, a pesar de lo cual el Ayuntamiento de Roales tendría que seguir pagando por el caudal que se vaya vertiendo.

En el Consistorio de este pueblo de la Tierra del Pan la comunicación ha causado "sorpresa" y la alcaldesa, Berna Miguel, adelanta que no está dispuesta a pagar una deuda "que el Juzgado, por el momento, no ha cuantificado". Por ahora, el único fallo judicial que existe no condena a Roales a pagar lo que se reclamaba, aunque Zamora ha presentado un recurso que está pendiente de resolución.

A pesar de que al comienzo del presente mandato ambos alcaldes llegaron a un acuerdo para resolver una guerra judicial y política iniciada por sus predecesores diez años antes, parece que solo sirvió para que Roales comenzara a pagar por el agua saneada a partir del 1 de enero de 2016. A cada recibo bimensual el Ayuntamiento de Zamora adjuntaba un segundo recibo de unos 50.000 euros con la intención de ir percibiendo lo correspondiente a los impagos de años anteriores, recibos que Roales fue devolviendo con el argumento de que "no se sabe a cuánto asciende" el coste de la depuración en esos años. En el convenio firmado en 2007 por Rosa Valdeón y Miguel Ángel San Martín, Roales se comprometía a pagar la deuda en 10 años a razón de un 10% anual, pero no se especificaba sobre qué cantidad y a día de hoy ambos municipios siguen hablando de cifras muy dispares. Los intentos de negociación entre Guarido y Miguel fracasaron porque los técnicos del Ayuntamiento de Zamora cifran la deuda generada en 3,1 millones de euros y Roales solo estaba dispuesto a reconocer hasta 1,5 millones, menos de la mitad, basándose en diversos informes periciales. El Contencioso-Administrativo de Zamora tampoco resolvió el entuerto. La cantidad de los recibos girados por Zamora en los dos últimos años y devueltos por Roales era precisamente el resultado de dividir 3,1 millones de euros en 60 recibos bimensuales. Dos años después, la cantidad que Guarido pretende cobrar en menos de un mes supera los 600.000 euros, casi todo el presupuesto anual del municipio.

Ya no parece que haya mucho margen para la negociación, la alcaldesa de Roales cree que "no tiene mucho sentido hablar sobre una deuda que el juez no ha dicho ni cómo se tiene que pagar y cuándo". Berna Miguel considera que Zamora quiere cobrar 3,1 millones de euros "porque es una cifra que incluyeron hace años en el haber de sus presupuestos, 3,1 millones que no tienen y que Guarido necesita para cuadrar sus cuentas y ganar las elecciones, pero no va a ser a costa de Roales".

Por otro lado, el informe de la Secretaría General del Ayuntamiento de Zamora, citado en el decreto del alcalde, esgrime que la sentencia no es firme, que el Ayuntamiento de Roales hace de la misma una interpretación que solo le corresponde a los tribunales, y que la devolución de los recibos supone un incumplimiento de los términos del convenio de colaboración y "vulnera el principio de enriquecimiento injusto".

Si el convenio se llega a cancelar, significaría que Roales pasaría a verter aguas residuales en la EDAR de Zamora sin autorización, y que la capital "podría cobrar el servicio a un precio más elevado, el que pagaría una gran industria", teme la alcaldesa.

Todo apunta, por lo tanto, a que se recrudecerá la guerra judicial entre los dos ayuntamientos, que está saliendo bastante cara al más pequeño de ellos. El Gobierno local de Berna Miguel ha presupuestado 27.000 euros para pagar a los abogados que defenderán a Roales tras el recurso de Zamora al primer fallo judicial, y eso fue antes de recibir este requerimiento. "Gran parte del presupuesto se me va en los tribunales para solucionar los entuertos que causó el señor San Martín" -el anterior alcalde-, se queja la actual regidora.