La Comisión Europea recordó ayer que, en pleno debate sobre el futuro de la Política Agraria Común, Bruselas tiene el objetivo de asegurar los pagos directos, uno de sus principales pilares, y considera necesaria su simplificación, algo también apoyado por los estados miembros. "Los pagos directos se mantienen como una parte esencial de la PAC", recordó el comisario europeo Phil Hogan.

Pese a todo, Bruselas mostró su preocupación por "la injusticia" que el 20 por ciento de los agricultores reciba el 80 por ciento del total de pagos, por ello considera que es necesario que se apoye en la nueva PAC una "distribución más equilibrada". Por ello, apeló a discutir la posibilidad de aplicar topes en los pagos directos para acabar con ello, una cuestión que ha puesto sobre la mesa por primera vez la Comisión Europea en su comunicación presentada el año pasado; pero que sin embargo, tiene el rechazo de varios países, entre ellos España.

La ministra de Agricultura Isabel García-Tejerina, afirmó que no es aceptable que haya un recorte porque cree que la política agraria debe tener "un presupuesto adecuado".