Villalpando abría en la tarde de ayer la celebración del carnaval con un sonoro desfile de disfraces en el que participaron varias decenas de vecinos, muchos de ellos niños y adolescentes, que recorrieron las calles de la villa a ritmo de charanga. La mayoría de los disfraces elegidos por los jóvenes parodiaban diversos elementos de la cultura audiovisual de los últimos años, como los "emojis", los Simpson o La Sirenita o Blancanieves, pero también había animales de todo tipo de pelaje -y plumaje- o curiosas vocaciones como la de monja o la de buzo. La comitiva hizo una parada en la residencia de la tercera edad Fundación La Inmaculada para que los internos también pudieran participar de la fiesta.