La caza del lobo en la provincia de Zamora lleva en estas fechas cubierto un 75% del cupo asignado y, a la espera de que finalice el plazo, se confía en que esta temporada pueda alcanzarse el número de cuarenta ejemplares permitidos por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

UPA-COAG ha propuesto que, en el caso de que no se cumpla el cupo en una determinada demarcación, se permita la caza del predador en otra zona para así llegar a la cifra fijada por Medio Ambiente.

La vecina provincia de Valladolid, que únicamente cuenta con un cupo de cinco lobos asignados por la Junta de Castilla y León, ya contabiliza al menos seis cánidos si se suman las piezas abatidas con las bendiciones legales el sábado en los montes Torozos, según la organización, y los animales furtiveados, envenenados o, en un caso, afectado por la sarna, en otros puntos de la provincia.

Fuentes de la zona vallisoletana del entorno de Mucientes, donde este pasado fin de semana fueron abatidos dos lobos en una montería con permiso para cazar lobo y jabalíes, (que no autorizaron la publicación de la foto donde aparecen las piezas abatidas) inciden en la legalidad de la operación. Indican que la autorización también estuvo cimentada en los daños ocasionados por el predador en explotaciones de ganado de vacuno, caballar y ovino del término o colindantes. "Hay muchos lobos en la zona" expresó por su parte un cazador de la localidad que, en su caso, practica la caza con perro.

Gestores de caza de la provincia de Zamora veían ayer un cierto privilegio en la caza del lobo en Valladolid, a la vista de que en una misma Junta de Carnes, aparecían dos lobos, junto a los jabalíes, y ponían de manifiesto que "en Zamora solamente se permite un ejemplar por coto", allí donde es autorizada la caza del predador. Sin embargo, fuentes de la organización de la batida de los Montes Torozos precisan que son dos ejemplares pero correspondientes "a dos licencias".

La Instrucción de la Dirección General del Medio Natural, por la que se establece el procedimiento en materia de autorización de caza y el seguimiento de capturas derivados del Plan de Aprovechamientos comarcales de lobo en terrenos cinegéticos, pone de relieve que "en los últimos años ha permitido mejorar el porcentaje de ejecución de los cupos de caza del lobo, pero sin alcanzar los niveles deseables que ayuden a mantener unos niveles poblacionales de la especie con concordancia con los objetivos del Plan de Conservación de Gestión del Lobo en Castilla y León".

Expone, además, que "la experiencia de los últimos años ha permitido constatar la elevada dificultad que conlleva el abatimiento de un lobo en cualquiera de las modalidades, especialmente en el caso de cacerías colectivas". Es por esta razón que "permite simultanear hasta un máximo de cinco acciones de caza en una misma comarca y jornada por cada ejemplar, de forma que, a la vez que se mantiene un elevado margen de seguridad se aumenten las opciones de incrementar el porcentaje de crecimiento de los cupos comarcales".

Los grupos conservacionistas, por su parte, pusieron ayer de manifiesto que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente debiera poner fin esta temporada a la caza del lobo en la provincia de Valladolid por cuanto que el número de cánidos muertos, entre los autorizados y los ilegales, superan el cupo. "Toda una irresponsabilidad y despropósito por parte de la Consejería añadir descastes a los casos de furtivismo" expresan, al tiempo que subrayan que "lamentan que la caza ilegal y el usos del veneno siguen sin ser tomados en serio por parte de la Administración regional". Las asociaciones Conservación y Estudio del lobo ibérico (Ascel) y Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid (Acenva) solicitarán a la Junta información sobre los casos dados en Valladolid sobre el cánido.