La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba mantiene viva la tradición de los "Santos Coloraos", así conocidos por el color rojo de los ornamentos litúrgicos. En "La Raya" se les calificaba antaño también como los "Santos de la Nieve" al celebrarse en tiempo de frías nevadas.

En la antigüedad el mes de enero, en pleno invierno, era la época donde las labores del campo, como agricultura y ganadería, daban un pequeño respiro a los campesinos. Días de presencia en los hogares con tiempo para fiestas: incluso las bodas. Los Santos Coloraos son San Amaro (día 15), San Antonio Abad (17), San Fabián y Sebastián (20) y San Vicente (22). La escasez de curas, al o que se suma la falta de devotos de lunes a viernes, ha llevado al traslado de los festejos la fin de semana.

De esta manera Domez de Alba, Tábara y Valer, entre otros, honraron a San Antonio el sábado, y Puercas y San Vitero ayer domingo. Domez obtuvo 2.100 euros de la puja y San Vitero 1.315 euros.

Domez es uno de las localidades donde los vecinos y devotos se mantiene viva la tradición de llevar a la puerta de la iglesia para su bendición los animales domésticos. Este año brillaron con su presencia las burras de raza autóctona "Zamorano-leonesa", declarada en peligro de extinción por la Unión Europea. Es uno de los pueblos donde perviven las ofrendas y la subasta, prueba de ello son las cuentas presentadas del año 2017 donde se recaudaron un total de 2.324 euros, siendo entonces las mayordomas Sara Monteso, Susana Barroso y Sara Ferrero. En la subasta los grandes protagonistas fueron un año más los "Gallos Pedreses de Corral" criados en Domez.