Un grupo de nueve personas, seis hombres y tres mujeres, han decidido reconvertirse de nuevo en quintos para mantener en vigor este año 2018 la tradicional celebración en Torres del Carrizal.

El pueblo de Tierra del Pan vive "la triste y especial" situación por primera vez en su historia de no contar con jóvenes que celebren por todo lo alto el paso de la adolescencia a la mayoría de edad.

Ante la falta de jóvenes en la edad de cumplir con este festejo, el grupo de vecinos, formado por personas de entre 24 y 52 años, "cogió el toro por los cuernos" y ha optado por tomar el testigo y protagonizar ayer la carrera de cintas.

Lo hizo con el peso de la experiencia, puesto que ya todos los participantes vivieron en persona este papel, pero sobre todo "con la ilusión de disfrutar del día y para que sirva como recordatorio y no se rompa ni se pierda la tradición de la carrera de cintas, porque es algo que hemos conocido durante toda la vida" en palabras del alcalde del municipio y uno de los quintos, Aurelio Iglesias.

En esta puntual ocasión Aurelio estuvo acompañado en la quintada por Jeremías, Jorge, Fernando, Daniel, Miguel, Sara, Almudena y Eva. La jornada comenzó cumpliendo con la devoción religiosa con una misa.

Este año el escenario elegido para la carrera de cintas fue la calle Benegiles, donde se llevó a cabo durante años, aunque últimamente se había trasladado al campo de fútbol, que ayer fue desechado "porque tiene hierba alta y está con humedad".

Aunque algunos son caballistas y se defienden con soltura sobre la res equina, otros quintos han debido realizar las pertinentes prácticas para "guardar el equilibrio sobre la montura" en un acto que es seguido con expectación familiares, amigos y prácticamente todo el vecindario.

El momento capital tuvo lugar a partir de las 16.30 horas, y se desarrolló con todos los rigores, recitación incluida. La comitiva salió desde la plaza a la zona de la carrera, donde se procedió al desarrollo del evento. La relación, "con cosillas chistosas", estuvo motivada, entre otros aspectos, con la ausencia de quintos. La carrera de cintas entusiasmó y llenó de emoción al público por la fuerza y disposición mostrada por los quintos y quintas a la hora de afrontar el reto. Hicieron gala de arrojo y el respetable reconoció con aplausos la destreza mostrada a lomo del caballo.

El alcalde Aurelio Iglesias manifestó que "hace veinte años parecía impensable que el pueblo no tuviera quintos un año. Pero es lo que toca y no podemos hacer otra cosa".

Afirma el regidor que "la solución de la despoblación es complicada porque la gente joven se va de los pueblos". Considera que incluso "la burocracia complica la permanencia porque los proyectos se duermen durante años, las subvenciones llegan mal y nunca, y es complicadísimo que alguien se quede si toca hacer grandes inversiones porque la rentabilidad en el sector agrario y ganadero es mínima, además de ser uno esclavo de ella durante los 365 días del año".

El caso es que Torres del Carrizal salvó este año el festejo con una quintada dispuesta a no dejar en blanco un año una celebración histórica. El próximo año, parecer ser, verdaderos quintos cumplirán con la carrera de cintas.

La memorable jornada concluyó con la amenización del baile a cargo de la discoteca móvil "La Selvática".