Triufé ha recuperado su mascarada de los Visparros, que desapareció en tiempos de la posguerra, hace casi 70 años. La localidad sanabresa entra en el calendario de las tradiciones paganas de invierno de Zamora gracias a la iniciativa de un grupo de personas de distintas edades que han vuelto a encarnar a los Visparros, las Viellas y las Tamborileiras, que recorrieron la aldea en la mañana del primer día del año acompañados del resto de vecinos.

Los Visparros animaron la fría mañana con sus chocallos, esquilas y carracas, y alguna vecina invitó a dulces y chocolate servido en canecas para completar el famoso aguinaldo. Con los sonidos se despertaron aquellos que se habían acostado solo horas antes.

Los niños y niñas escapaban de los visparros que trataban de cogerlos y tirarles hojas y cernada, todo ello con carreras a esgalla por las calles y el monte.

Los trajes se hicieron con harapos procedentes de ropa vieja tal y como contaron los mayores de Triufé que vivieron la última edición de esta fiesta tradicional casi hace 70 años.