La iglesia parroquial de Santa Marina de Lober de Aliste, localidad perteneciente al municipio de Gallegos del Río, sufrió grandes y graves desperfectos a raíz de la fuerte tormenta que cayó sobre la comarca a finales de la pasada semana. Un rayo cayó sobre la cruz de piedra que coronaba la torre derribándola y partiéndola en infinidad de trozos, los cuales a su vez salieron despedidos con el impacto sobre el tejado del campanario y sobre la techumbre del propio templo, de vieja teja árabe, causando enormes destrozos materiales. Avisado por los vecinos, al día siguiente visitó la iglesia el párroco José Luis Miranda, que reside en San Juan del Rebollar, acompañado del arcipreste de Aliste, Manuel Iglesias Martín, cura de de la parroquia de Santa Eulalia de Valer, confirmandose los importantes desperfectos.

La fuerza del impacto del aparato eléctrico la demuestra el que a pesar de ser la espadaña totalmente de piedra no sólo afecto a la cúspide de la torre, sino al interior de la iglesia y a lagunas casas vecinas. Algunos jóvenes vivieron de cerca los hechos ya que, al ser de noche, estaban reunidos a escasos metros de la iglesia de Santa Marina. La descarga quemó en su práctica totalidad la instalación eléctrica del templo así como las lamparas por lo cual habrán de suspenderse los actos religiosos nocturnos hasta que sea repuesta. Ahora lo primero que habrá que hacer es buscar la financiación para afrontar obras y trabajos.

La iglesia de Lober, como la mayoría de las del Arciprestazgo de Aliste, cuenta con un seguro de responsabilidad civil dirigido a personas, pero no con una póliza que cubra derribos como los producidos por las tormentas. Se trata de un edificio singular, único en su estilo, que da una idea de lo que fueron las iglesias antiguas de Aliste, construida con mampostería, torre de granito labrado del cercano Fornillos y teja curva de tipo árabe.

Aunque se desconoce la fecha de construcción, la antigüedad del templo de Lober lo ratifica un letrero existente en la parte baja del retablo donde se asegura que «hizose esta obra siendo el cura don Antonio López en 1799». Se referiría al propio retablo de tres cuerpos, recompuesto en aquella fechas el primero con parte del primitivo, un segundo donde aparece parte de un Calvario con la Virgen y San Juan Bautista, faltando el crucificado; en el centro esta la patrona anta marina, rematandolo un tímpano con una representación del Padre Eterno.

Ermita del Santo Cristo

Lober de Aliste, pueblo que cuenta actualmente con alrededor de sesenta habitantes, vivió su época de mayor explendor hace casi un siglo, hacia 1910, cuando logró contar con 187 habitantes, manteniéndose en la posguerra para llegar a 1950 con 178. A partir de ahí comenzó a sufrir el decrecimiento vegetativo propio de todo Aliste y en 1980 bajaba de los 100. Muy lejos queda aquel 1607 cuando ya contaba con iglesia dedicada a Santa Marina que integraba a 24 feligreses. Una de sus curiosidades históricas fue la existencia de una ermita dedicada al Santo Cristo, dentro de su término, a medio camino con Tolilla, donde estaba establecida la cofradía de la Santa Vera Cruz y celebran actos conjuntos los dos pueblos.