Los Zamarrones, los Caballicos y el Pajarico mantienen viva la esencia de las costumbres rurales más puras y transfroterizas, en este caso en el pueblo de Villarino tras la Sierra.

Por la mañana se cumplía con el rito religioso de la misa en honor a San Esteban Protomártir, en la iglesia parroquial de la Virgen de las Candelas, y acto seguido salían los Caballicos que cumplieron con la costumbre de dar estopa con su colas primero al cura y luego ya a los vecinos.

A las 15.15 horas, con puntualidad alistana y trasmontana, sonaron las campañas y sólo un cuarto de hora después se iniciaba la cuestación por todas las casas del pueblo. A los vecinos se fueron uniéndose los forasteros u amigos alistanos y trasmontanos para participar y disfrutar.

Los dos Caballicos estuvieron encarnados este año por los hermanos Diego y Jesús Martín Fuentes que, aunque residentes en la localidad alistana de Ribas, regresan cada año a vivir las tradiciones del pueblo de su padre Jesús Martín. Como Zamarrones allí estuvieron Marcos Senández Fernández, vecino de Trabazos y un enamorado de Villarino, sus gentes y sus tradiciones, y Daniel Trabazos Carrion, de Alcañices, cuya madre es del pueblo. La fiesta culmino con la cena popular para todos los presentes.

El «Pajarico» fue este año Javier Gago Arnaez y el Mayordomo Rubén Garcia Peña. Ademas este año salieron por primera vez dos Zamarrones infantiles estrenando indumentaria y máscaras.