Los ganaderos y pastores alistanos afirman que "nunca antes como ahora le habíamos visto las orejas al lobo de la sequía". Cuando se empezó a hablar del cambio climático parecía algo irreal y la realidad es que ya esta aquí y al paso que vamos las pasaremos canutas y sobrevivir será una odisea" y argumentan: "Corremos cada día los campos, valles y montañas, en cada pueblo antes había fuentes y manantiales por todos lados, incluso en verano, pero casi todos se han secado. Fuimos tierra de trashumancia por falta de pastos y vamos a tener que serlo ahora por escasez de agua".