Los vecinos residentes en Ribadelago Nuevo denuncian el mal estado del agua de la red de abastecimiento que, desde hace más de una semana, sale turbia y con olor. El agua no se puede utilizar ni para el consumo ni para lavar, como se quejan los vecinos. La coloración amarillenta del agua se detectó antes de las últimas lluvias. El vecindario apunta a la falta de limpieza del depósito, situado a menos de 100 metros del pueblo, como posible causa del enturbiamiento del agua. En otras ocasiones el problema ha surgido por el arrastre de tierras por las lluvias al depósito. Los residentes trasladaron su preocupación porque las lluvias fuertes pueden agravar el problema de arrastre que la final llegan a los grifos de las viviendas.

El servicio de mantenimiento del Ayuntamiento de Galende ha confirmado que se limpió el depósito hace unos tres meses, a raíz de una avería que provocó un enturbiamiento del agua en la red general. El servicio de mantenimiento atribuye a las lluvias y la extrema sequedad del suelo, que no ha absorbido el agua caída y que ha arrastrado tierras hasta el depósito. En los próximos días se realizará una nueva limpieza, cuando cesen las lluvias.