La Legión Española se paseaba ayer por Casaseca de las Chanas. No se trataba de un ejercicio de maniobras, ni mucho menos de una invasión, sino de un acto en honor a un compañero fallecido natural de esta localidad de la Tierra del Vino, Paulino Ufano Fernández.
Los miembros de la Asociación de antiguos caballeros legionarios veteranos de Valladolid, de la que el propio Paulino formó parte hasta su defunción hace pocos meses, organizaba el homenaje que sorprendió a los vecinos de Casaseca cuando los veteranos de la Legión desfilaron con su particular marcha a 160 pasos por minuto hasta la iglesia de San Juan Bautista.
En el interior del templo se celebraba una misa en honor al finado, oficiada por el párroco don Joaquín, que sus compañeros escucharon en formación dando muestra de la legendaria disciplina de la que puede hacer gala este cuerpo del Ejército de Tierra. Tras la eucaristía, los veteranos rindieron honor a los caídos y cantaron "El novio de la muerte", el Credo de la Legión y "La muerte no es el final" para recordar que, aunque Paulino ya no está con ellos, camina al lado del señor. Los cánticos emocionaron a los fieles presentes, entre los cuales había muchos amigos de Paulino, pero sobre todo a su familia. Incluso su hermana también subió al altar para leer unas palabras que hicieron florecer aún más los sentimientos en la piel de quienes conocieron al homenajeado. Al acto asistió la Corporación Municipal que preside Domingo Gabella.
A la salida de la iglesia, los veteranos de la legión inmortalizaron el momento en diferentes fotografías, y al finalizar la jornada, los antiguos veteranos caballeros legionarios abandonaron Casaseca del mismo modo que llegaron, desfilando hasta el autobús que les había traído desde Valladolid.