El micólogo José Ángel González Cuenca ha participado en las jornadas de setas en Puebla de Sanabria, con una conferencia sobre diferentes especies de hongos de la zona noroeste de la comunidad.

Especies que cada vez son menos frecuentes en unos casos por las propias amenazas antrópicas y otras por diferentes factores medioambientales, que aparecen en listas rojas que para el micólogo "son especies que antes veía y ahora no encuentro o aparecen muy esporádicamente o que alguien me cuenta que ha visto".

A la hora de señalar especies en peligro abogó "por ser prudente" porque a veces no se puede hablar de desaparición o extinción sino que no se buscan en lugares o en épocas concretas, o no aparecen citas concretas en la literatura relativa a la micología. Por eso a la hora de señalar una especie en extinción hay que tener mucha precaución porque a veces "falta información precisa".

González aportó muchos ejemplos clarificadores como la trufa blanca de la que no hay ninguna cita científica en España, alguna puntual en otros países de Europa y que su precio de 6.000 euros "hace que no la vea ni en el plato".

A parte de la anécdota humorística precisó que algunas especies aparecen en puntos donde no había citas concretas o bien en lugares donde no se había delimitado bien las especies existentes.

En otros casos el traslado de mercancías y personas ha propiciado el transporte esporas de especies no detectadas a puntos diferentes de su ubicación. Puso el ejemplo de uno de los hongos transportado por soldados desde Australia hasta los países del Centro de Europa, durante la segunda Guerra Mundial.

Para algunas setas sí hay constatación de su desaparición en la comunidad Autónoma como la Geastrum melanocephalum "y, ojalá, me equivoque". En otros casos hay hongos en regresión o desaparecen por la construcción de urbanizaciones o canteras. Un caso singular es el de boletus Regius que entra en la categoría de escasa pero que en comunidades como Castilla y León "está en franca expansión".

Hay especies endémicas de determinadas áreas o que son muy raras de ver como Cortinarius praestans. En ocasiones los hongos están asociados a un tipo de vegetación concreta, como las sebes que se usaban para delimitar fincas.

Entre las curiosidades de la intervención del micólogo José Ángel González Cuenca cabe señalar que la primera lista roja de especies amenazadas de hongos data de 1961 en Rusia. El experto trató de solapar las especies de la Lita Roja "con lo que ya no veo".